Mercats de Barcelona

La calabaza es un fruto de otoño que cuenta con muchas utilidades en la cocina. Un alimento que no solo se aprecia por su característico color, sino también por las oportunidades de creación que ofrece y por sus numerosos beneficios nutricionales.
 

A la hora de cocinarla, la calabaza puede ser la solución para añadir un toque dulce, cremosidad y naturalidad a nuestros platos. Algunas de sus muchas aplicaciones culinarias son las siguientes:
 

• Purés y sopas: Su textura suave es ideal para preparar cremas reconfortantes.
• Pasteles y postres: Al ser un fruto dulce, existen muchas recetas que utilizan la calabaza en este ámbito; una de las más famosas es la tradicional tarta de calabaza, muy popular durante el otoño.
• Pan y magdalenas: En este apartado entra la receta que conoceremos hoy.
• Platos salados: Su punto dulce puede ser un contraste perfecto en platos salados como risottos o rellenos para pastas.

Nutricionalmente, la calabaza es una fuente excelente de betacaroteno, un compuesto orgánico que el cuerpo convierte en vitamina A, esencial para la salud ocular y el sistema inmunitario. También es rica en vitaminas C y E, potasio y fibra, contribuyendo a la salud cardiovascular y digestiva.
 

Además, la calabaza es baja en calorías, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan mantener o perder peso.
 

Durante la segunda jornada de Mercat de Mercats 2024, tuvimos la oportunidad de acercarnos a la cocina saludable con la receta de pan de calabaza.
 

La pastelera Lore Salas, de Dates & Avocados Atelier, nos enseña que no siempre los productos de pastelería son poco saludables. La receta de hoy tiene la particularidad de estar elaborada con productos 100% orgánicos y naturales; se trata de un postre vegano, sin gluten y sin grasas ni azúcares refinados. Lore nos muestra cómo preparar un pan de calabaza con especias, una receta dulce, pero no en exceso, ya que no abusa de los azúcares —¡y aun así el resultado es delicioso!

Elaboración:

1. Lava la calabaza, córtala por la mitad y hornéala a 160 grados durante entre 45 minutos y 1 hora, dependiendo del tamaño de la calabaza.

2. Cuando la calabaza esté blanda, sácalo del horno y deja que se enfríe. Con una cuchara, retira las semillas del interior y extrae toda la pulpa. Pásala a un bol y aplástala con un tenedor o una cuchara hasta obtener un puré.

3. Tamiza previamente y mezcla todas las harinas en un mismo recipiente.

4. Añade y mezcla todos los ingredientes secos en un bol: las harinas y las especias.

5. En otro bol, mezcla las semillas de lino previamente trituradas con la leche de almendras y remueve.

6. En un pequeño recipiente, añade al sirope de almendras un poco de vinagre de manzana.

7. Mezcla la calabaza con el aceite de oliva virgen extra, el azúcar de coco y el sirope de arce.

8. Añade al bol de la calabaza la mezcla de leche de almendras con vinagre de manzana y mezcla bien. Después, haz lo mismo con la mezcla de semillas de lino y leche de almendras. Cuando tengas toda la mezcla lista, incorpórala al bol de los ingredientes secos.

9. Una vez esté todo preparado, vierte la masa en un molde rectangular y hornéala a 160 grados durante entre 55 minutos y 1 hora.

10. Cuando salga del horno, coloca el molde sobre una rejilla y deja que repose y se enfríe. Pasados 5 minutos, desmolda el pan y déjalo enfriar sobre la rejilla durante 1 hora.