Pizza romana de mortadela y pistachos
Ingredientes (para 2 pizzas grandes):
- 400 g de harina de trigo
- 75 g de harina de arroz
- 25 g de harina de garbanzo
- 300 g de agua fría
- 8 g de sal
- 0,7 g de levadura fresca
- 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
- 10 lonchas de mortadela de Bolonia
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 250 g de pistachos pelados
- 2 burratas
- Parmesano rallado
- Unas hojas de rúcula o albahaca (opcional)
El nombre del embutido mortadela tiene origen italiano, aunque sus raíces son diversas. Algunos afirman que esta palabra proviene de “mortero”, el instrumento con el que se molía la carne de cerdo para convertirla en una pasta y cocinarla después, o bien de la “murta” (mirto), una especia que se usaba en la antigua Roma para condimentar las salchichas. ¿Sabías que la mortadela más famosa, la de tipo Bolonia, también se elabora aquí?
Este embutido aporta mucha energía, proteínas y grasas de origen animal, además de minerales como hierro, potasio, sodio y fósforo, y por último, vitaminas del grupo B.
Es un alimento elaborado a partir de carne de cerdo, o bien de una mezcla de carne de cerdo y ternera que se pica muy finamente y se embute en tripas gruesas, casi siempre artificiales. Se cuece al horno con poca humedad y después se vende con ese característico color rosado. En los mercados de Barcelona la encontraréis con aceitunas, con pimienta verde, de pollo o de pavo.
Hoy os proponemos una receta sencilla y deliciosa, extraída del libro Temps de mercats Vol.3, que une la mortadela con su país de origen, Italia:
Elaboración:
1. En un bol, mezclad la harina y la sal; y en otro, la levadura, el aceite y el agua.
2. Incorporad el contenido del segundo bol al primero en tres veces. Amasad hasta obtener una masa fina y homogénea.
3. Formad una bola y pinceladla con aceite. Volved a colocarla en el bol y cubridla con film transparente.
4. Pasados 10 minutos, amasad de nuevo durante unos minutos y volved a introducir la masa en el bol, tapado. Repetid esta operación tres veces.
5. Bien cubierta, dejadla en la nevera entre 24 y 72 horas (pasado este tiempo, la masa habrá doblado su volumen y se habrá vuelto muy esponjosa).
6. Sobre una superficie enharinada, dividid la masa en dos partes iguales. Estiradla con los dedos y colocad cada parte sobre papel de horno pintado con aceite. Cubridlas con un paño y dejadlas fermentar cerca de una hora.
7. Mientras fermentan, triturad los pistachos con el aceite.
8. Repartid la mezcla sobre la superficie de las pizzas y horneadlas a 250 °C durante 7 a 10 minutos.
9. Tres o cuatro minutos antes de sacarlas del horno, colocad encima 5 lonchas de mortadela, una burrata en el centro y el parmesano rallado.
10. Podéis decorarlas con unas hojas de albahaca o rúcula justo antes de servir.
