Seguridad alimentaria en los productos avícolas: una responsabilidad de todos
Cuando hablamos de seguridad alimentaria, no nos referimos solo a la disponibilidad de alimentos, sino a garantizar que estos sean inocuos, es decir, que no representen ningún riesgo para la salud de quien los consume. En Cataluña, el Plan de Seguridad Alimentaria establece que esta tarea implica a toda la cadena: desde la producción primaria hasta el momento en que el producto llega a la mesa.
Un reto para todo el sector
En el caso de la producción avícola, las granjas, mataderos, empresas transformadoras y distribuidoras cumplen estrictos protocolos de autocontrol y están sometidas a controles oficiales por parte de la administración. Esto incluye programas de prevención de enfermedades como la salmonela, normativas de sanidad y bienestar animal, y sistemas para identificar y eliminar posibles peligros biológicos, químicos o físicos.
El papel fundamental del consumidor
A pesar de los controles previos, la seguridad alimentaria no termina en la granja ni en la tienda. En casa, los hábitos de manipulación y conservación de los alimentos son determinantes para evitar toxiinfecciones alimentarias, como la salmonelosis.
La Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria recomienda seguir cuatro normas básicas:
- Limpiar: Lavarse bien las manos antes y después de manipular alimentos, limpiar utensilios y superficies, y proteger la cocina de insectos y animales domésticos.
- Separar: Mantener los alimentos crudos separados de los cocinados o listos para comer, tanto durante la preparación como en el frigorífico, para evitar contaminaciones cruzadas.
- Cocinar: Cocinar bien la carne de pollo y los alimentos con huevo hasta alcanzar los 75 °C en el centro del producto. El recalentamiento también debe llegar a esta temperatura para eliminar posibles bacterias que puedan haber aparecido durante la conservación.
- Enfriar: Refrigerar los alimentos lo antes posible, no dejarlos a temperatura ambiente más de dos horas y descongelarlos siempre en la nevera o en el microondas.
Confianza y calidad asegurada
Los productores catalanes trabajan de la mano con entidades como la Federación Avícola Catalana (FAC), que colabora con administraciones, centros de investigación y organismos de seguridad alimentaria para garantizar que los productos avícolas mantengan los más altos estándares de calidad y seguridad.
Aun así, es la colaboración entre productores, distribuidores, comerciantes y consumidores la que asegura que estos alimentos mantengan todas sus propiedades y sean seguros hasta el momento de su consumo.
Artículo ofrecido por la Federación Avícola Catalana.
