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Llega Todos los Santos, la fiesta más esperada del otoño, y con ella las castañas, los panellets, y los boniatos! Los tres son productos de temporada que, desde hace muchos años, se consumen en esta época.

Durante Todos los Santos, existe la costumbre de ir al cementerio a llevar flores a los antepasados. Además, se dice que, dado que los panellets están hechos con ingredientes de larga duración -los frutos secos-, están ligados con la eternidad y el culto a los muertos que se rinde durante esta festividad.

El origen de la Castañada lo encontramos en una antigua celebración ritual funeraria en la que las familias se reunían alrededor de la mesa para comer los frutos típicos de otoño, como las castañas, los boniatos y la calabaza, y los dulces típicos como la fruta confitada y los panellets, mientras recordaban a sus queridos.
¡Hoy os llevamos recetas y consejos de cómo cocinarlos en casa para que en la comida de la última noche del mes de octubre no se pierda la tradición!

Por lo que respecta a las castañas, normalmente se comen tostadas. Lo importante es elegir unas buenas castañas, y simplemente hay que hacer un corte para que no exploten al cocerse, y ponerlas en una sartén castañera (las que tienen agujeros), a fuego vivo pero no demasiado fuerte, durante unos 20 o 25 minutos. Una vez cocidas, envuélvelas en un paño de algodón para que no pierdan el calor. Y si no tiene sartén, otra opción es hacerlas en el horno, repitiendo el mismo procedimiento pero dejándolas unos 30 o 35 minutos.

El boniato es un producto típico de temporada de otoño. Es un tubérculo rico en hidratos de carbono con un sabor dulce muy especial. La manera más típica de cocinarlos es haciéndolos al horno: simplemente debe calentar el horno a 200 grados y añadir los boniatos a media altura durante una hora y media aproximadamente. Cada 20 minutos, se tendrán que ir tumbando para que se cuezan de manera uniforme, y cuando estén a punto, envuélvelos con papel de periódico para que no pierdan el calor.

Respecto a los panellets, hay de muchos tipos diferentes: piñones, almendra, café, coco, membrillo… Cada año los pasteleros buscan nuevas maneras de innovar en su elaboración, pero los más tradicionales y buscados siguen siendo los de piñones. Para hacerlos en casa, necesita medio kilo de almendra cruda molida, medio kilo de azúcar, 200 gramos de patata, ralladura de limón, 3 huevos, vainilla azucarada y 200 gramos de piñones.

Empezamos aplastando la patata hervida y la mezclamos con el azúcar con la ayuda de un tenedor. Añadimos la almendra mucha, la ralladura de limón, un huevo y vainilla. Mezclamos todo bien y dejamos reposar tapado con un paño de algodón en la nevera durante un día. Hacemos bolitas con la pasta, las pasamos por clara de huevo batida y por los piñones, y las ponemos en una bandeja de horno. Los cocemos a 180 grados unos 10 minutos, ¡y listo!

Y ahora, ¡sólo queda celebrar la fiesta en familia y una buena copa de moscatel, vino de misa o vino dulce!