Barcelona Cultura

Metzineres

Muchas mujeres en situación de vulnerabilidad ven agraviada su situación por múltiples factores como la pobreza, el sinhogarismo, formar parte del colectivo LGTBIQ+ o la condición de migrante, entre otros. El trabajo sexual es, o ha sido, una salida para muchas de ellas, hecho que desencadena una serie de violencias diversas. Entre ellas el tráfico de drogas, la violencia de género o abusos sexuales. Con la voluntad de empoderar a las mujeres víctimas del desprecio, planteamos un proyecto de customización de ropa reutilizada con la misión de romper los estigmas sociales que en el mismo mundo de la moda se imponen.

Conocido como el primer cobijo para mujeres que utilizan drogas sobreviviendo la violencia, Metzineres es un colectivo del barrio del Raval que lleva a cabo estrategias comunitarias a favor de los derechos humanos y la transversalidad de género. Uno de sus objetivos es la inclusión de las mujeres con drogodependencia dentro del tejido cultural de la ciudad. Entre otras actividades, destacan podcasts y talleres de fotografía y maquillaje.

Estudiantes de diseño de las disciplinas de moda audiovisuales y producto de las escuelas BAU y ELISAVA han trabajado con las Metzineres del Raval bajo la tutorización de Bruna Sedó, ilustradora y diseñadora de moda de la reconocida marca Lurdes Bergada & Syngman Cucala.

Con la aportación de donaciones textiles, las Metzineres y los estudiantes han puesto en común sus gustos y conocimientos para desarrollar una colección de piezas usando la técnica ecologista upcycling. Partiendo de piezas en desuso, las han reconstruido para aplicar una visión personalizada, empoderando a las usuarias y llenando de carácter y distinción las piezas que ellas mismas visten.

Los talleres han pasado por el modelado sobre ellas mismas y sobre maniquí. Cortando y cosiendo. Pintando y decolorando según las preferencias. No es un taller de costura, ni de corte y confección; es un taller de deconstrucción y construcción. De romper los patrones y plantear unos nuevos.

En este espacio los diseñadores tienen un contacto directo con el desarrollo de proyectos de carácter social, una forma de romper la burbuja académica que las ampara durante los años de estudio. Las Metzineres son las protagonistas en todo momento, escuchando sus atenciones, haciéndolas partícipes y desarrolladoras de su propio proyecto, atendiendo sus necesidades y respetando sus decisiones. Este intercambio entre usuaria y diseñador/a propicia que el resultado sea satisfactorio para las dos bandas y que el diálogo de decisiones durante el proceso enriquezca el proyecto, añadiendo así capas de complejidad y favoreciendo el uso final.

La colección se presenta en la última sesión de taller en formato pasarela de moda. Las modelos son las mismas Metzineres, codiseñadores y coproductoras de las piezas finales. Complementariamente, se organiza una sesión fotográfica en el Ágora Juan A. Benítez, el espacio donde se llevaron a cabo las sesiones y que emana seguridad y creatividad para las mujeres del colectivo.

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