El hogar burgués, símbolo del ideal de una sociedad

El hogar burgués modernista es símbolo del ideal de la nueva sociedad industrial, llena de contradicciones. Esta nueva clase adquiere otros hábitos presentes en la organización de la vida cotidiana. Las viviendas diferencian entre el espacio de representación, reflejo del prestigio social, y el de la vida familiar, donde impera ya el criterio del confort, propio de la modernidad. Luz y aire, como había defendido el urbanista Cerdà, pero también comodidad y lujo. Objetos decorativos importados de Europa o de producción local, asequibles para un mayor público, son muestra del decorativismo Art Nouveau o 1900. Objetos de arte llenos de flores y ninfas simbolistas se anunciaban y vendían en tiendas especializadas. Asimismo, fueron muy populares los “muebles de Viena” o de madera curvada, importados o de fabricación autóctona, que se integraron en las zonas más íntimas del hogar.

Pero el modernisme pasó de ser un movimiento regeneracionista a ser un estilo “moderno”, llegando a capas más amplias de la sociedad. Objetos anónimos de uso cotidiano llenaban las vitrinas de los hogares mientras el modernisme era ya rechazado por los noucentistes.