Tradición

Balenciaga fue coherente y fiel a sí mismo, por ello se puede decir que nada en su trabajo es superfluo, ningún detalle es secundario. Un recuerdo es siempre una llave a su universo creativo. 

Cristóbal Balenciaga utilizó fuentes diversas para crear sus tocados: los grandes sombreros de paja de culturas campesinas mediterráneas, las tradiciones propias de la cultura popular vasca, como las boinas, símbolo vasco y francés, o las gorras de pescadores. Conocía bien la indumentaria religiosa, de la que reinterpretó las tocas de las monjas y los sombreros planos de grandes alas de los sacerdotes. Del mundo de los toros y de los majos tomó madroños, redes y tocados, tricornios y monteras, con un volumen posterior que recuerda la coleta del torero.

Materiales como el azabache y técnicas como el macramé y el encaje, propios de la indumentaria popular española fueron recreados por el diseñador, dándoles una vida nueva.