Canon de belleza y moda en el fondo de libro antiguo

Desde hace siglos, ya sea desde las instituciones -en forma de códigos morales e incluso textos legales- o desde ámbitos como la literatura o los medios de comunicación se dictan las normas sobre lo que en cada momento se ha considerado socialmente aceptable respecto de la apariencia física y la vestimenta, sobretodo, la de las mujeres. A los mensajes actuales de los medios, revistas y cuentas de Instagram los precede una larga tradición que ha ido marcando muy claramente el que se supone que es el modelo aceptable de belleza femenina.

Aquí sigue una selección de títulos del fondo de libro antiguo dedicados a esta temática: desde hábitos de belleza e higiene del s. XIX, a consejos sobre la manera de vestir con clara observancia de las normas sociales.

Higiene y perfeccionamiento de la belleza humana  aborda el concepto de belleza desde un punto de vista filosófico y antropológico para pasar después a dar todo tipo de consejos prácticos para lucir piel y cabello, incluso consejos dietéticos. Todo ello, desde el punto de vista de finales del s. XIX. 

El Manual para las señoras, o, el arte del tocador del 1830 indica que “la muger debe cuidarse, conservarse y embellecerse cuanto les sea posible, sin perjudicar su hacienda, ofender la moral, ni alterar su salud : al contrario puede servirlas en esto mismo, porque el orden , la limpieza , la higiene y un trabajo útil son las bases de los cuidados que consagra á su persona : á mas de que en ello se propone agradar á su esposo”.

El pequeño magazin, L'Habit c'est l'homme,  editado por una casa comercial, recurre a las máximas y citas tanto populares como de literatos y pensadores para reivindicar, con tono ligero, que dice mucho de la persona la manera como se viste. Vendría a ser el contrario del dicho: el hábito no hace el monje.

A la misma idea se consagra Pour bien s'habiller, pero con voluntad de ser un completo tratado de cerca de 400 páginas. Las recomendaciones y consejos van desde el largo adecuado de una falda hasta como sacar las manchas de la seda.  “Es necesario que un hombre se vista bien; es un deber para una mujer, un deber ligero y divertido”, se apunta en la introducción.

Encontraréis el ritual higiénico y de vestuario de una mujer de clase privilegiada al s.XIX en Petite coquetterie.

Y acabamos con un resumen gráfico significativo del papel asignado a la mujer en este libro de láminas del s.XIX Les quatre âges de la femme (Les cuatro edades de la mujer)