Barcelona Cultura

El boom de la publicidad. Reclamos de hojalata, cartón y azulejo. 1890-1950

Temporal
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La exposición hace un recorrido, desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, por la publicidad comercial gráfica dedicada especialmente a la difusión de productos de uso cotidiano: alimentarios, vinos y cavas, farmacéuticos, de higiene y perfumes, tabaco, maquinaria...

Más allá de los populares carteles de papel, como la muestra pone de relieve, la publicidad adoptó otros soportes, como la hojalata, el cartón y el azulejo cerámico. Esto contribuyó a una mayor difusión de los productos anunciados, principalmente en los establecimientos comerciales, sobre los mostradores, en los escaparates de las tiendas o en las paredes de las fachadas.

Carteles bidimensionales de hojalata y cartón e, incluso, piezas tridimensionales de gran formato, en el caso del cartón, funcionaban como un potente reclamo en la entrada de los establecimientos, a menudo con figuras recortadas de tamaño real que se convirtieron en iconos populares de su tiempo. La finalidad era propagar las cualidades y las ventajas de los productos, sobre todo destacando el nombre del fabricante, quien, en un esfuerzo por posicionarse en el mercado, empezaba a utilizar el diseño para crear una imagen de marca atractiva.

La estampación cromolitográfica (litografía con colores), un procedimiento de reproducción innovador por entonces que contribuyó a la divulgación del cartel publicitario en papel, se aplicó también sobre hojalata y cartón, llenando de color el mundo de la publicidad como ya había sucedido en el mundo editorial.

Por otra parte, con respecto a los azulejos, los más refinados eran producto de la antigua técnica del tubado (cordón de arcilla con el que se separaban los barnices pintados que se empleaban para diferenciar los trazos de la decoración), recuperada a finales del siglo XIX y aplicada especialmente a las pastas blancas de los paneles publicitarios, que adoptaban un relieve de gran calidad. Las tierras valencianas fueron el foco principal de esta técnica.

Una gran parte de los reclamos expuestos se han producido en Cataluña, salvo la publicidad cerámica, procedente mayoritariamente de Valencia.

La exposición presenta más de 250 piezas, obras tanto de artistas como de profesionales de la ilustración, con frecuencia anónimos, provenientes de la Colección Mateu Llinàs i Audet de Barcelona y del Museo de Cerámica de Manises (Valencia). El objetivo es acercar a todos los públicos estos reclamos publicitarios, tan populares en su momento, y que hoy pertenecen al mundo del coleccionismo y los museos y han alcanzado la consideración de patrimonio cultural por su dimensión comunicadora, artística y social.

Se trata de un patrimonio que evocará un pasado lejano en los mayores y no tan mayores, mientras que, en los más jóvenes, despertará el interés y la admiración al descubrir la fuerza de unos iconos que han perdurado cerca de un siglo, adaptándose al paso del tiempo. Sin duda, este patrimonio, concebido originariamente como un producto efímero, será muy inspirador para las nuevas generaciones de profesionales.

Organiza: Museu del Disseny de Barcelona
Obras: Colección Mateu Llinàs i Audet, Museo de Cerámica de Manises, Museu del Disseny de Barcelona
Col·labora: Museo de Cerámica de Manises y Museu de Badalona
 

Comisario/a

Pilar Vélez

Fechas

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Espacio

planta B

Precios

Entrada general: 3 €
Entrada reducida: 2 €

Los sábados a las 11 h se hace una visita guiada por la exposición incluida con el precio de la entrada.

Ámbitos de la exposición

  • El triunfo de la imagen en colores

    Revolución industrial, publicidad y cromolitografía son inseparables. La atracción de la publicidad comercial se hizo realidad gracias a los reclamos llenos de

  • Alimentación

    La proliferación de productos derivados de las nuevas industrias que permitían estandarizar sistemas de fabricación, conservación y distribución, y, por lo

  • Bebidas

    Publicidad y bebidas alcohólicas son inseparables desde el inicio. Vinos, champanes, cervezas, vermús y licores de todo tipo acudieron a los mejores dibujantes

  • Papel de fumar

    El ritual de liar un cigarrillo con papel de fumar nos transporta siglos atrás. Hacia finales del siglo XIX había muchas fábricas en Cataluña y Valencia y

  • Perfumería y cosmética

    La industrialización llegó también a la perfumería y la cosmética. Después de la Primera Guerra Mundial, el avance en el sector químico y las nuevas costumbres

  • Salud

    La generalización de la higiene personal y el progreso de la industria farmacéutica favorecieron la producción y el consumo de una serie de productos pensados

  • Droguería y limpieza

    Proliferaron los productos de droguería y limpieza dirigidos al ama de casa, que cuidaba de la economía doméstica y del confort del hogar. Con respecto a la

  • Industria

    Esta muestra heterogénea de productos reunidos bajo el epígrafe de “Industria” nos presenta algunos de ellos al servicio de la vida cotidiana, como  puede ser

  • Seguros

    Las placas de hojalata fueron el soporte publicitario de las compañías de seguros desde los primeros años del siglo XX: marítimas, contra incendios, de vida,

  • Textil y moda

    Barcelona fue un gran centro de la industria textil durante mucho tiempo y concentró un gran número de fábricas. Poco a poco, además de tejidos e hilaturas,

  • Azulejos cerámicos en relieve

    Los paneles o carteles cerámicos fueron otro soporte publicitario muy popular. Valencia fue un gran centro de producción, sobre todo de 1910 a  1940. Azulejos

  • Los show cards

    “Los show cards son un poderoso auxiliar del escaparate. Consisten en unos carteles impresos en cartón y recortados, que pueden colocarse superpuestos formando

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