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De las muñecas maniquí a los desfiles de moda

Fashion Week es uno de los conceptos más importantes en el ámbito de la moda actual. Un acontecimiento que tiene lugar en múltiples ciudades en todo el mundo, siendo París, Nueva York, Milano o Londres las más relevantes de hoy en día y uno de los principales medios a la hora de difundir la moda y las nuevas tendencias. ¿Pero, siempre ha sido así? Para responder esta pregunta, hablamos con Sílvia Ventosa, conservadora de la colección de textil e indumentaria del Museu del Disseny, y Laia Callejà, del equipo de colecciones.

Cómo explica Sílvia, “la moda es cíclica, cambia constantemente y, por eso, requiere medios de difusión”. “De hecho, lo que entendemos ahora por moda nació en el siglo XVI. La moda está siempre ligada a las tendencias, que es lo que se llevará en el futuro”, añade.

Para hacer llegar estas nuevas tendencias ha habido diferentes medios de difusión. El más conocido son los desfiles, como comenta Sílvia: “los primeros desfiles fueron creadas por Charles Frederick Worth a mediados del siglo XIX, cuando hizo pasear su mujer Marie por sus salones mostrando las novedades”. Pero también existen y han existido otros cauces de comunicación. En la actualidad podemos encontrar diferentes medios, como la publicidad, el cine, la televisión, las revistas y la prensa, pero antiguamente se utilizaban otros, como los grabados o las muñecas maniquíes.

 

Trajes, sombrillas y relojes en miniaturaSobre estas últimas, en el Museu del Disseny  conservamos una colección de aproximadamente 60 piezas. “Las muñecas maniquíes que conservamos son de mediados del siglo XVIII y del siglo XIX. A pesar de que en diferentes escritos se las conoce con el simple nombre de “muñeca”, también las conocemos como muñecas maniquí atendida su funcionalidad”, explica Laia. Y es que estas piezas servían para difundir la moda, principalmente francesa, entre las cortes europeas desde el siglo XIV hasta medios del s. XIX. “Su función era informar sobre la moda que se estaba llevando y las nuevas tendencias de futuro. Tienen la cabeza de porcelana, los ojos de vidrio y las extremidades de piel de cabritilla. Sus vestimentas son tejidos de algodón y seda, y los complementos que llevan, como las sombrillas o los relojes, son réplicas en miniatura de los objetos reales”, añade. Estos objetos eran presentados principalmente entre la corte real y la aristocracia y, posteriormente, con la Revolución Industrial y la democratización de la moda, entre la burguesía. Laia nos explica que esta colección “llegó al museo a través de una donación del señor Rocamora, desde el antiguo Museo Textil y de Indumentaria”.

 

Unos ejemplares muy delicadosUnas piezas muy especiales y de las cuales hay que tener mucho cuidado a la hora de conservar: “hay que tener en cuenta todos los materiales de los cuales están hechas. Por motivos de conservación, a estas piezas se les ha hecho un tratamiento de anoxia para eliminar la existencia de cualquier microorganismo o insecto vivo que pudieran tener. Posteriormente, también se ha hecho una microaspiración de las muñecas y de toda la ropa y complementos que llevan”, explica Laia. Esta forma de difundir la moda y las tendencias acabó desapareciendo y dando a otras maneras más económicas, como las muñecas recortables de papel o las estampas.

Sin duda, la moda ha evolucionado considerablemente, y también lo ha hecho la manera como se difundía. Si te quieres adentrar en el mundo de la moda no te pierdas la exposición ‘El cuerpo vestido. Siluetas y moda (1550–2015)’, en la tercera planta del Museu del Disseny. 

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