Barcelona Cultura

Diseños que salvan vidas

Cuando en el mes de marzo la pandemia del COVID-19 dio un vuelco a nuestras vidas, se evidenció que faltaban equipos de protección sanitaria, material y, en general, objetos que nos permitieran empezar a convivir con un virus letal y contagioso.

En este contexto, la comunidad creativa sacó lo mejor de sí misma y, ante el vacío de objetos esenciales disponibles –batas, mascarillas, respiradores– se puso a crear, a menudo con materiales o procesos que inicialmente no estaban pensados ​​para eso. Fue una reacción espontánea, fruto del ingenio y sin precedentes, que colocó al diseño y a la comunidad creativa en una posición a la que raramente se la asocia: la de salvar vidas.

El Museo del Diseño de Barcelona hace una recopilación de estas iniciativas en la exposición temporal "Emergencia! Diseños contra el COVID-19", que se podrá visitar a partir del 13 de noviembre y hasta el 10 de enero. Con motivo de esta muestra, hemos entrevistado a seis personas que, impulsadas por la situación, diseñaron objetos que formarán parte de la misma. Son David Grifols, creador de la pantalla de protección 3DDF; Joan Ayguadé, creador de la pantalla Gràcia Mask; Manel García, del Equip Signes creadores del sistema de señalética COVID-19; el equipo que ha desarrollado la mascarilla Aleu; Nuno Neves, creador del sistema de gestión de aire modular, e Ignacio Plaza, creador del respirador Oxygen.

¿En qué momento y por qué pensaste que era necesario diseñar este objeto?

DAVID GRIFOLS (DG): Lo pensé cuando mi pareja, que es médico, se contagió del COVID-19 a principios de marzo, antes del confinamiento. Ella me contaba la falta de equipos de protección para los profesionales sanitarios, y aquí detecté la necesidad y me decidí a desarrollar el proyecto.

JOAN AYGUADÉ (JA): Ante la necesidad de protección frente al COVID-19, pensé que los productos que existían en el mercado en ese momento se podían mejorar. Me decidí a hacer una pantalla protectora porque ofrece una buena portabilidad, y el hecho de que sea transparente la hace más práctica.

MANEL GARCÍA (MG): En el primer momento del confinamiento vimos cómo desde los comercios estaban resolviendo, de manera casera, a menudo estridente y con recursos de productos de seguridad, aquella señalización que se empezaba a necesitar para mantener las distancias y respetar los aforos.

EQUIPO ALEU (EA): Desde el primer momento en que se vio la carencia de equipos de protección, pensamos que era necesario ofrecer una solución reciclable y reutilizable para evitar la ruptura de la cadena de suministro en caso de que se produjeran rebrotes.

NUNO NEVES (NN): Ya hace tiempo que he estado pensando en la calidad del aire en locales de trabajo y transporte público. Conseguir esterilizar el aire en estos locales es sinónimo de reducir la cantidad de gripes y bajas anuales. Con el tema del COVID-19 ya era evidente, en diciembre de 2019, que algo no iba bien en China, y en enero de 2020 ya estaba bastante claro lo que venía.

IGNASI PLAZA (IP): Cuando decretaron el confinamiento, nos planteamos con el equipo si podíamos ayudar de alguna manera a mejorar la situación. Nos llegaban noticias del estado de los hospitales e imaginábamos que las cosas irían a peor. Después de dar vueltas a muchas ideas, coincidimos en que la escasez de respiradores sería seguramente el cuello de botella en el tratamiento de la pandemia. Así, el segundo día de confinamiento ya teníamos la idea encaminada: un respirador de emergencia low-tech.

¿Crees que la presión del contexto te ayudó a activar el ingenio?

DG: A activar el ingenio probablemente no, pero a trabajar de manera diferente, sí. El ingenio, en mi profesión, está siempre presente. Pero desarrollar un producto, fabricarlo y distribuirlo con tanta urgencia no es un rasgo tan normal.

MG: Todos sabíamos que había cosas que estaban cambiando y que nuestra manera de vivir y de interactuar también cambiaría, por lo que tuvimos que avanzarnos a loque pasaba. Sin duda, la presión del contexto nos empujó a ver de inmediato las necesidades.

IP: Creo que, justamente, el hecho de saber lo que estaba en juego y viendo cómo se complicaban las cosas día a día fue lo que agudizó el ingenio.

Antes de la pandemia, ¿habías pensado en diseñar un objeto así?

DG: El producto en sí mismo no, pero sí que hace tiempo que en el despacho intentamos hacer proyectos de carácter humanitario. Siempre hemos pensado que el diseño puede ayudar mucho en este sentido y, cuando es factible, intentamos dedicar recursos del estudio para desarrollar proyectos así.

JA: Yo siempre me he dedicado al diseño de producto, así que ¿por qué no? Al final el diseño quiere dar respuesta a las necesidades del momento, y si en este momento toca hacer pantallas y mascarillas de protección, pues adelante.

MG: No nos lo hubiéramos imaginado, sobre todo desde el punto de vista de la estandarización de algunos elementos de señalización: los muñecos de la mujer y el hombre forman parte de la biblioteca imprescindible de pictogramas que hemos utilizado siempre, y de repente el uso de la mascarilla ha aparecido como una necesidad gráfica en los proyectos de señalización, así como la línea en el suelo que indica la distancia de seguridad.

¿Cómo valoras la activación espontánea de la comunidad creativa durante el confinamiento?

JA: Creo que ante una situación como la que estamos viviendo, la comunidad creativa debe unirse y compartir objetivos, que es justo lo que ha pasado.

MG: Creo que ha sido una buena olla de ideas. El confinamiento ha permitido que todas las mentes creativas tuvieran tiempo para la reflexión y, al mismo tiempo, la percepción de la tragedia global hizo que la participación activa y comunitaria creara la sensación general de la necesidad de aportar algo desde el rincón más personal, que era el aislamiento individual.

EA: Ha sido una corriente que ha demostrado unos grandes valores y una gran disposición de sumar capacidades y energías para el bien común.

NN: Lo que he visto es que muchas personas, incluyendo grandes empresas y fundaciones, se han estado poniendo medallas basadas en el trabajo de los demás. Puede que sea solo mi opinión, pero realizar un diseño que se puede bajar gratuitamente por internet, previamente publicado con licencia "* Open * Source", poner tu logo y hacer una rueda de prensa no lo hace original ni innovador. Me ha sorprendido ver la cantidad de medios que no verifican los datos aportados ni piden referencias.

¿Crees que los objetos que se han diseñado en este contexto –como el tuyo– deberían empezar a producirse masivamente?

DG: En cuanto a mi producto, diría que no: claramente fue un producto para ayudar en una determinada situación. Sí que puede ayudar a desarrollar un producto nuevo o mejorar los ya existentes, pero producirlo tal y como es, no.

JA: Sería una buena respuesta por parte de las empresas de cara a la comunidad creativa. La industria catalana siempre ha presumido de ser sólida, ahora toca que dé un paso y apoye a los jóvenes diseñadores locales.

MG: Los hay que ya se están produciendo masivamente. La señalización COVID-19 ya se ha incorporado a los portafolios de las empresas distribuidoras de material para oficinas o comercios. Hay nuevos hábitos que hemos aprendido y que se quedarán con nosotros mucho tiempo.

EA: La producción masiva dependerá de cada caso, de cómo han evolucionado las necesidades y los propios diseños. La mascarilla ALEU tiene sentido como recurso para evitar el desabastecimiento de mascarillas FFP2 y FFP3.

IP: En el contexto actual la fabricación masiva en España no tiene mucho sentido: la falta de respiradores se ha suplido y ya no es el cuello de botella. Pero sí es cierto que en otros países donde no hay acceso a respiradores, Oxygen es sin duda una solución rápida y barata.

¿Tienes perspectivas de continuar creando en esta dirección?

DG: Sin lugar a dudas, sí.

JA: Si no es diseñando pantallas estaré creando otros objetos que estén al servicio de la gente y de sus necesidades.

MG: Sí. Siempre que vemos que hay una necesidad nueva de señalizar, debemos evaluarla y pensar la manera de hacerlo mejor para el promotor y el usuario.

EA: Los filtros de la mascarilla ALEU tienen potencial para otros usos muy interesantes en el contexto actual, por lo que ya estamos trabajando en su aplicación en otros formatos que permitan no sólo la protección, sino también la prevención.

NN: Me gusta diseñar productos funcionales y bonitos. Por eso seguiré, sí.

IP: Para nosotros, participar de la comunidad Open siempre ha formado parte de nuestro ADN.

 

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