La mística bizantina dio especial relevancia a la creencia en la transmisión angelical de los cánticos de la Iglesia. Las numerosas representaciones de los coros angélicos en torno al trono de Dios que podemos encontrar en los textos bíblicos ponen de manifiesto la dimensión sonora del culto celestial. Por eso, la música de la liturgia ortodoxa está constituida a partir de melodías que, transcritas y elaboradas por los himnógrafos, se consideran ecos o modelos de la belleza celestial.
En la Iglesia ortodoxa de Rumanía confluye el legado de diferentes culturas de raíz griega, latina y eslava, lo que se traduce en una expresión musical única que combina la recitación al unísono con un variado abanico de estructuras polifónicas.
La comunidad ortodoxa rumana de Barcelona abre las puertas de la parroquia de Sant Jordi para compartir y celebrar la liturgia del tiempo pascual.
Oficio litúrgico en colaboración con la Oficina de Asuntos Religiosos y la Iglesia ortodoxa rumana de Barcelona.