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El cuarteto de cuerda clásico está formado por dos violines, una viola y un violonchelo. Pero en los fondos del Museo la cosa está más descompensada y más variada. De violines o fragmentos de violín tenemos 35, construidos por luthiers como Altimira, Duclos, Vuillaume, Marqués, Contreras, y un fragmento de Amati, pero ninguno de Stradivari...

Algunos huyen del modelo clásico, como los violinofones (o Stroh, con una campana metálica y sin caja de resonancia), los violines bastón ( 'escondidos' dentro de un bastón), un violín de porcelana de Delft de alrededor del año 1710 (gemelo del del Rijksmuseum de Amsterdam) y violines de otras culturas: un magnífico sarangui de la India o un rebab magrebí del siglo XIX.

También el violín-guitarra hecho en Barceloneta de Provenza, o un molde de violín de Assensio. Ahora bien, sólo contamos con dos violas, anónimas, además de un par de violas de amor. Hay 10 violonchelos, con piezas destacables de Duclos, Clarà y Bofill.

Pulsando en este enlace puede escuchar el apartado El clasicismo y las corrientes noreuropeas para descubrir los violines de Contreras y Maire.