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Las posibilidades tecnológicas nos han impulsado a probar y experimentar con nuevas tecnologías para replicar algunos de los instrumentos más emblemáticos del Museo de la Música de Barcelona e imprimirlos en 3D. Esto se puede distinguir claramente de una copia facsímil, que es una obra artesanal única y una aproximación casi perfecta al original, aunque con maderas y materiales diferentes, incluso por su antigüedad, lo cual nos ayuda a comprender los procesos de construcción y también el sonido de un instrumento.

En el caso de la impresión en 3D, el objetivo es analizar la estructura interna y externa de un instrumento con una altísima precisión y lograr ver las cavidades interiores que, de otra manera, serían imposibles de visualizar. Los archivos obtenidos del escaneo se procesan hasta llegar al archivo que se imprimirá: el STL. Este formato permite la impresión en 3D, no solo de una copia, sino de tantas como se desee. El objetivo del proyecto, incluido dentro del marco de las subvenciones del Departament de Cultura de l'Ajuntament de Catalunya (anteriormente FEDER) y el Programa d'Inversions Municipal de l'Ajuntament de Barcelona, es reproducir físicamente (objeto) y sonoramente (posibilidad de uso musical) seis instrumentos emblemáticos del Museo de la Música de Barcelona utilizando técnicas de impresión 3D. Esto nos permite hacer accesible el patrimonio musical a través de la manipulación y el uso musical de las réplicas impresas del instrumento y, además, en el futuro, poner a disposición del público una oferta de reproducciones que permitan al visitante llevarse un instrumento musical como facsímil de uno de los grandes instrumentos de la colección a un precio competitivo.

La selección de los instrumentos la realizó el equipo del Departamento de Colecciones teniendo en cuenta algunos puntos básicos:

• Que el instrumento formara parte de la exposición permanente del museo.
• Que el instrumento fuera emblemático y representativo de la colección.
• Que se representaran diversas familias organológicas.

Siguiendo estos puntos, en una selección inicial se incluía una guitarra, pero debido a su tamaño, superaba las posibilidades del escáner y se descartó. Lo mismo ocurrió con dos cornetas. Así, la selección final que ha pasado por todos los procesos ha sido: una flauta travesera (MDMB 816), una chirimía (MDMB 608), una ocarina (MDMB 1078), unas castañuelas (MDMB 157), un charango (MDMB 1437) y un violín (MDMB 1058.

Este proyecto se ha desarrollado en los últimos meses gracias a la Fundación Eurecat, con todo el seguimiento, análisis, creación e impresión a cargo de Irene Ràfols, Enric Rovira y su equipo. También hemos contado con la colaboración de la lutier Blandine Galy, tanto en el asesoramiento de las posibilidades constructivas como en la creación de todos los acabados finales de pintura (¡observa la réplica espectacular de las castañuelas!). Además, hemos recibido asesoramiento puntual de Áurea Domínguez, de la Universidad de Basilea.

Una vez finalizado el proyecto, observamos que la similitud entre las réplicas y los originales es bastante impactante a nivel estético. Sin embargo, las posibilidades sonoras son desiguales: mientras que los aerófonos son muy creíbles en apariencia, los cordófonos, al tener una base plástica en lugar de madera, ganan en peso y pierden en sonoridad.

En cuanto a los usos y los futuros desarrollos, los prototipos impresos tienen un gran potencial educativo que nos permitirá desarrollar actividades pedagógicas, avanzar en la accesibilidad del museo (por ejemplo, ofreciendo visitas táctiles a colectivos con diversidad funcional), ampliar el número de instrumentos disponibles para su uso por parte del público y establecer colaboraciones con instituciones educativas (comenzando por la colaboración con la Escola Superior de Música de Catalunya).