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Este mes han salido cedidos ocho instrumentos del Museo de la Música de Barcelona con destino al Museo de Instrumentos de Música (MIM) de Phoenix, Arizona (Estados Unidos), uno de los museos con más instrumentos del mundo, para una exposición temporal. Esta es una de las tareas importantes de un museo, así se pueden mostrar obras de las colecciones que se encuentran en las reservas y se promueve el intercambio de piezas entre instituciones. Debemos pensar que la gran mayoría de obras de los museos del mundo se encuentran en las reservas, se calcula que alrededor de un 80%; por lo tanto sólo se muestra al público alrededor del 20% de las colecciones. Con el intercambio de piezas y las exposiciones temporales del propio museo o de otras instituciones se permite mostrar piezas que son más difíciles de ver para el público.

Pero ¿qué implica para el museo ceder o mostrar piezas que se encuentran en las reservas? Muchas veces no es tan sencillo como ir a la reserva, coger la pieza y exponerla a la nueva sede. Probablemente, antes, se deberá hacer un estudio de cómo está la pieza, se deberá evaluar si está en condiciones óptimas de ser puesta a punto, restaurada, transportada y expuesta.

En este caso que nos ocupa, se decidió enviar hacia la sede de Phoenix cuatro instrumentos que se encontraban en la exposición permanente del Museo y cuatro que se encontraban en las reservas. Entre estas piezas de reserva, encontramos un arpa hecha en Cataluña, entre los siglos XVII y XVIII, proveniente de la colección Folch i Torres - Baget y que entró en el Museo en 1947. Se trata de un arpa hecha con madera de roble, cerezo, chopo y botones de ébano, con piezas de decoración de latón, cejillas de bronce y clavijas de hierro. Las cuerdas, de tripa.

Se decidió que para poder exponer este arpa, primero había que hacer una restauración. Esta consistió en encolar y consolidar las grietas y los desencolats del cordal. Se reintegraron cejillas de bronce que faltaban y se construyeron botones de ébano que se habían perdido. Se pusieron cuerdas siguiendo los espesores de las que aún se conservaban y se hizo una limpieza general, muy superficial, de todo el arpa.

Al final, el objectivo principal es que el público especializado y, sobretodo, el no especializado en las piezas que se muestran, puedan hacer una lectura clara de las obras que tendrá la exposición.