Blog

Antes de la grabación sonora industrial la música circulaba en forma de copias y transcripcions. Las melodías de ópera se conviertieron en una fuente inagotable de fantasías, sinfonías y rapsodias, obras de formato relativamente libre pensadas para instrumento solo como el piano o la guitarra. Las transcripciones se convirtieron en un género en si mismo, con un gran éxito entre los solistas virtuosos a partir del siglo XIX y tanto improvisadas como escritas. El documento FA293 del Archivo Histórico del Museu es una ‘sinfonía’ para guitarra basada en las melodías más conocidas de la ópera de Rossini La Cenerentola. La historia de este pasa primero por las manos de Carlos Santías y, más adelante, forma parte del Fondo Fernando Alonso que ahora custodiamos en el archivo.

En el caso del piano, podemos encontrar transcripciones de diversos fragmentos de óperas de Rossini en soporte de rollo de pianola, de la fábrica Victoria (que estubvo activa entre los años 1905 y 1929), como es el caso de esta sinfonía de El Barbero de Sevilla.