Blog

Ya hace años que el Museo de la Música recibe regularmente ofertas de donación de pianos, por parte de particulares o instituciones que quieren desprenderse de ellos. La mayoría son pianos verticales que ocupan un espacio cada vez más escaso en las casas, o que se encuentran en pisos a vaciar. Muchos de estos pianos carecen de interés patrimonial para las colecciones del Museo, y su valor de mercado es muy bajo. Por otra parte, entidades sociales, culturales y educativas (casales de jóvenes, centros cívicos, residencias de ancianos, escuelas, etc.) tienen proyectos musicales con sus usuarios, pero se encuentran muy limitadas por la falta de presupuesto para adquirir instrumentos.

Ante esta realidad, en el año 2019 el Museo de la Música puso en marcha el proyecto Pianos para todos. Se basa en donaciones de pianos a equipamentos sociales, culturales y educativos, con el objetivo de que estos instrumentos puedan seguir prestando un servicio a la ciudadanía a través de la música. El Museo evalúa las ofertas y demandas, asigna los pianos y asume los gastos de todo el proceso: visita técnica e informe, transporte y afinación. Todo esto es posible gracias al soporte económico del Institut de Cultura de Barcelona, que desde el principio apostó por el proyecto y aportó la dotación necesaria para llevarlo a cabo.

La cadena empieza con la persona que ofrece el piano como donación. El segundo paso es la visita de peritage, que el Museo encarga a uno de los técnicos afinadores que tiene en cartera. A partir del informe del técnico, si el piano se acepta, se le busca un destino adecuado en función de las características del piano y las necesidades de la entidad: no es lo mismo una escuela que un teatro, o que una residencia de personas mayores. Una vez se ha acordado el destino, se encarga el transporte, se instaka y también se afina. A partir de este momento el piano pasa a ser propiedad de la entidad y es un elemento más de su actividad.

El proyecto ha hecho possible que 58 entidades de Barcelona y alrededores cuenten con un piano en propiedad para desarrollar actividades musicales con sus usuarios, a las que no podrían acceder sin este proyecto. Desde los niños de un centro de menores, que pueden tocarlo cada día, hasta miembros de la asociación de vecinos o alumnado de la escuela del barrio, todos ellos podrán disfrutar de la música de forma directa gracias a la segunda vida de este piano.