Préstamo
Préstamo de un clavicémbalo del siglo XVIII
Una vez más la colaboración entre museos -cercanos o lejanos- en relación a objetos, exposiciones o contenidos digitales, hace que una de las joyas del Museu de la Música, el clavicémbalo hecho por Christian Zell en el año 1737, se vaya. Sin embargo, no demasiado lejos, de hecho, en casa de nuestros vecinos -quienes esta vez no han pedido sal- con quienes nos unen muchas cosas: la Meridiana, el hecho de ser municipales y diversos puntos en común entre las colecciones de unos y otros.
Con ellos nos ligó durante sesi meses el proyecto digital DivenDress, con el que repasamos de manera cronológica las piezas de roba del Museu del Disseny y nuestros instrumentos musicales, a través de las redes sociales, y que Nacho Granero recogió y sintetizó perfectamente en su blog La Cultura Social.
Próximamente el Zell nos deja y se va hasta el Museu del Disseny para formar parte de la exposición temporal Toquem fusta! Disseny, fusta i sostenibilitat, que empieza día 8 de noviembre y acaba el día 22 de enero de 2023.
Este clavicémbalo, hecho en Hamburg en 1737 por Christian Zell, quien heredó el taller de otro constructor, Carl Conrad Fleischer, con el número de registro del museo MDMB 418, ha pasado por diversas restauraciones. La última fue a cargo de Paul Poletti, quien encontró la solución para rehacer el teclado y devolverlo a un estado original, no con marfil, material prohibido por ley, sino con un material (una especie de marfil artificial) que se le parece mucho y que tiene un tacto sorprendentemente muy similar, generado a partir de proteína de leche de vaca.
Una restauración anterior de la policromía, llevada a cabo entre los años 2002 y 2007 por Blanca López de Arriba, nos descubrió cómo el color verdoso que todos le conocíamos, no era el original sino una oxidación de la pintura que, una vez restaurada, dió paso a un azul intenso, tipo Ducados.
Con el Zell hemo tenido el lujo de escuchar músicos insignes, entre otros, como Maria Lluïsa Cortada, Ton Koopman, Jean Rondeau, Mark Kroll o Justin Taylor. Justo antes de la pandemia, Luca Guglielmi grabó -y ya se puede escuchar en las plataformas- The Well-Tempered Clavier de Johann Sebastian Bach.