Acontecimientos en casa
En casa es habitual organizar fiestas de cumpleaños, comidas o cenas familiares o de amigos u otros acontecimientos. Todas estas situaciones cotidianas tienen en común el hecho de que en un periodo breve de tiempo se consume una cantidad importante de comida y bebidas.
La clave a la hora de evitar que sobre comida en una fiesta o encuentro en casa es hacer una buena planificación de lo que se consumirá durante el acontecimiento.
Si hacemos una buena planificación y aplicamos unos consejos bien sencillos, reduciremos la cantidad de comida que tiraremos cuando se acabe el acontecimiento que hemos organizado en casa.
Antes de la fiesta
- Dimensionemos la cantidad de comida que se consumirá. Preveamos el número de invitados, ajustemos las raciones en función de los niños que asistan y adaptemos el tipo de comida y de raciones al tipo de encuentro que hemos organizado.
- Elaboremos comida con productos que se puedan congelar. De esta manera la podremos conservar más tiempo y nos aseguramos de que no desperdiciaremos alimentos.
- Evitemos los ingredientes que se estropeen rápidamente. Alimentos como los huevos o las salsas se estropean al cabo de pocos días.
- Elaboremos la comida de manera casera. Podemos aprovechar aquellos alimentos que ya tenemos en casa y que todavía no hemos consumido, así como aquellos que detectamos que se acercan a la fecha de caducidad.
Durante la fiesta
- Hagamos porciones pequeñas. De esta manera nos aseguramos de que los invitados puedan repetir y que solo llenen el plato con aquello que consumirán.
- Evitemos aliñar el plato principal. Es mejor que cada invitado se aderece lo que se ha servido en su plato. Los restos que queden en la fuente principal se mantendrán frescos y aprovechables unos cuantos días más.
- Sirvamos raciones justas. Repartamos las raciones justas para cada invitado, sugiriéndoles que repitan en caso de que quieran más. Evitaremos tirar todo lo que no se hayan acabado.
Después de la fiesta
- Repartamos la comida sobrante entre los invitados. Repartamos los alimentos que no se han consumido entre los invitados para que los puedan aprovechar en otra comida.
- Aceptemos la comida que sobra. Como invitados, aceptemos la comida sobrante que nos ofrece el anfitrión de la fiesta.
- Conservemos los restos. Guardemos correctamente la comida que ha sobrado en casa, utilizando la nevera, el congelador o la despensa. Utilicemos recipientes herméticamente cerrados o envoltorios para evitar que se estropeen.