Las tierras de labranza de la antigua masía de Can Guineueta, construida en el siglo XVIII, llegaban más o menos hasta el lugar donde ahora se sitúa el Mercado de Canyelles. Esta zona de cultivos cambió radicalmente durante los años cuarenta. Acabada la Guerra Civil, los alrededores de la masía se empezaron a poblar de chabolas y pequeñas casas que acabaron formando la improvisada barriada de la Guineueta Vella. Sus 250 viviendas no tenían ningún tipo de servicio: ni electricidad ni alcantarillado.

El proyecto de construcción de la ronda de Dalt sentenció este barrio improvisado a mediados de los años sesenta cuando se expropiaron los terrenos para construir un polígono de viviendas en su lugar. La masía desapareció y dio paso a los rascacielos del nuevo barrio. La lucha vecinal consiguió, no obstante, que los habitantes de la Guineueta Vella pudieran vivir en las tres mil viviendas del nuevo barrio que se construiría allí donde estaba su hogar. Este nuevo barrio se llamó Canyelles y se inauguró en 1978.