Al pie de la vertiente norte del Turó de la Peira se extiende el barrio de Can Peguera, en terrenos de la antigua masía que presidía la zona. El nombre procede de la fabricación de brea que se hacía en este entorno repleto de pinares.

El conjunto residencial que se edificó, conocido durante muchos años con el nombre de Ramon Albó, fue uno de los cuatro grupos de casas baratas —viviendas unifamiliares de una sola planta, la mayor parte con tejados rústicos y pequeños jardines delanteros— que el Patronato Municipal de la Vivienda construyó en Barcelona coincidiendo con la Exposición Universal de 1929, para reubicar a los trabajadores que vivían en chabolas en Montjuïc.

La sustitución de las antiguas viviendas por nuevos bloques, que ya se ha llevado a cabo en el grupo Eduardo Aunós (Sants-Montjuïc) y en el de Baró de Viver (Sant Andreu), así como la que se está haciendo en el Bon Pastor (también en el distrito de Sant Andreu), dejarán el conjunto de Can Peguera como el último testimonio vivo de este tipo de edificaciones en Barcelona.