El Distrito de Nou Barris ha terminado las obras de rehabilitación de la masía de Can Valent, en el barrio de Porta. La actuación, financiada con fondos provenientes de los Presupuestos Participativos, ha permitido detener y revertir el proceso de degradación que estaba sufriendo el edificio, con un refuerzo de la estructura y la reconstrucción de los elementos perdidos a lo largo del tiempo.
Los trabajos comenzaron el pasado mes de abril y han terminado en enero de este año, y se han desarrollado en varias fases. La primera, la más peligrosa, consistió en garantizar la seguridad de las obras. En este sentido, se procedió al derribo de los muros de cierre posteriores que se habían levantado hace unos años para proteger el inmueble ante intrusiones, y a llevar a cabo las tareas de desescombrado y apuntalamiento necesarias. Y es que el estado de la masía era bastante precario: había perdido cubiertas, forjados y partes de muros, con fuertes erosiones y deformaciones fruto de la exposición a los elementos y de los incendios que se habían producido, lo que ponía en peligro su integridad.
En las siguientes fases, se reforzó la cimentación para garantizar la estabilidad del conjunto, se ejecutaron nuevos forjados y cubiertas, se repararon las fachadas originales y se reconstruyeron los volúmenes perdidos. Finalmente, se han puesto nuevas ventanas en las fachadas, se ha ejecutado una escalera interior nueva y se ha puesto una gran claraboya que ilumina todo el cuerpo central.
Hallazgos arqueológicos
Las obras pusieron al descubierto una serie de hallazgos arqueológicos vinculados al espacio. A grandes rasgos, se encontraron restos de un pozo, de un horno de leña y de dos cubos de vino. También dos monedas, una de 1823 y otra pendiente de datación, y un fragmento de lápida, seguramente expoliada del cementerio. Finalmente, entre lo más destacado conviene señalar la aparición de una especie de red subterránea que haría las funciones de fresquera, es decir, para guardar los alimentos en fresco a temperatura constante, construida durante el siglo XVIII y abandonada el siglo XIX.
Las obras se han desarrollado de acuerdo con el Plan de Intervención Arqueológica previsto. Este plan preveía la presencia constante de un arqueólogo para asegurar la protección del patrimonio histórico.
El futuro de Can Valent, por decidir
Una vez rehabilitada la masía, ahora habrá que decidir el uso que se hace y su configuración interior. Paralelamente, y también fruto de los presupuestos participativos, se ha redactado un estudio general para la urbanización de la pastilla de aparcamiento de Pintor Alzamora (adyacente al cementerio) y se ejecutará una primera fase consistente en trasladar los huertos urbanos que actualmente se encuentran delante de la masía.
La masía de Can Valent, o de Can Pere Valent, tiene la estructura clásica de planta baja, planta, piso y buhardillas. Ubicada en el actual barrio de Porta, se construyó alrededor del siglo XVIII en una zona de pasado agrícola en la que se concentraban varias masías de producción vinícola.