CRISTIANISMO | La Iglesia Evangélica de Filadelfia

Acercarnos a la Iglesia Evangélica de Filadelfia supone acercarnos a la religiosidad de las personas gitanas. Esta iglesia pentecostal constituye una de las entidades evangélicas más importantes desarrolladas en España y tiene como peculiaridad más destacable ser la iglesia con más representación gitana en este país. La Iglesia Evangélica de Filadelfia toma el nombre de una de las Siete Iglesias de Cristo mencionadas en el libro del Apocalipsis ("Carta a la iglesia de Filadelfia"Ap 3:7-13).

ORIGEN

En 1914 se organizó en Springfield, Misuri (EE. UU.), la iglesia conocida como Asambleas de Dios, de donde salieron misioneros hacia todo el mundo y algunos de ellos llegaron a Francia. El 20 de febrero de 1921 nació en el pueblecito de Treffiagat (noroeste de Francia) Clément Le Cossec, que en 1935 decidió dedicar su vida a Dios. En 1952 recibió una llamada de Dios muy especial para predicar a temporeros y temporeras españoles que se desplazaban a Francia para trabajar en la vendimia. Tras el trabajo se reunían en una barraca donde el francés Le Cossec predicaba la palabra de Dios. Cuando volvieron a España trajeron el mensaje y lo compartieron con sus familias y amistades, y así iniciaron un proceso lento e incansable de evangelización, primero, en Cataluña y, después, hacia toda la Península.

En 1952 se celebraron los primeros bautizos y en 1957 Le Cossec creó la Mission Évangélique Tzigane (Misión Evangélica Gitana). La expansión de esta iglesia por el territorio español se produjo gracias al contacto entre familias gitanas, que se fueron transmitiendo unas a otras el conocimiento de este nuevo movimiento espiritual. La fundación de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, que recibió este nombre tras rechazar el de Misión Gitana y en lugar de adoptar el de Vié et Lumière des manouches (gitanos) evangélicos franceses, tuvo lugar en 1965 en Balaguer (Lleida) con la creación de la primera iglesia. Emiliano Jiménez Escudero, conocido como Hermano Emiliano, fue el encargado de evangelizar el territorio español. Balaguer, Bilbao o Alicante, entre otras, fueron las primeras ciudades que, en la clandestinidad, acogieron la palabra de predicadores gitanos españoles y franceses conocidos como los Apóstoles. Este proceso de transmisión dotó a la expansión de una fuerza y un dinamismo que, sumados a la compatibilidad y empatía de esta confesión con la idiosincrasia del pueblo gitano, explican la gran explosión de conversiones que se produjo en los años ochenta, cuando miles y miles de familias abrazaron la fe cristiana evangélica. 

Ahora bien, la implantación de esta iglesia en España no estuvo exenta de problemas dentro del propio pueblo gitano, ya que, al pertenecer la mayoría a la Iglesia católica, muchos de sus miembros se mostraron reacios a aceptar un nuevo movimiento religioso que no conocían. Debido a ello, muchas de las personas gitanas que se convirtieron en los inicios de la Iglesia Evangélica de Filadelfia en España tuvieron que luchar duramente para conseguir que sus propias familias y amistades aceptaran su conversión. Una vez superados estos primeros momentos de dificultad, fueron aceptando paulatinamente esta confesión, hasta que en los años ochenta se produjo la conversión masiva mencionada anteriormente.

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES

La Iglesia Evangélica de Filadelfia tiene como base, igual que el resto de las confesiones protestantes, las reformas del cristianismo implantadas por Martín Lutero en el siglo XVI. Ahora bien, junto con las características que la asemejan al resto de denominaciones evangélicas, también posee ciertas peculiaridades que provienen de su condición pentecostal.

Como iglesia protestante de denominación pentecostal, la Iglesia Evangélica de Filadelfia se rige por los siguientes principios: solo Dios, solo la Gracia, solo las Escrituras, por lo que sus características doctrinales y organizativas implican la creencia en los milagros del Espíritu Santo, tal como se narra en la Biblia, que pasaron el día de Pentecostés. A su vez, podemos destacar otras características que se derivan de ello:

  • Rechazo de la organización jerárquica y sacerdotal: la condición de pastor se adquiere mediante las cualidades carismáticas de los candidatos (novicios). Por otra parte, el órgano que tiene la máxima autoridad lo constituye un grupo de ancianos que dicta las pautas generales que seguir.
  • Rechazo del bautismo en los niños: el bautismo, considerado como una redención de los pecados, solo puede llevarse a cabo a una edad en la que la persona lo haga de manera consciente y voluntaria.
  • Culto basado únicamente en la Biblia: la Biblia representa la única base de referencia escrita a la que se remiten en todos sus ritos y creencias. 
  • Iconoclastia: como el resto de iglesias protestantes, la denominación de Filadelfia prohíbe la adoración de imágenes.
  • Importancia concedida a la inspiración interior: las personas asistentes al culto tienen total libertad para expresar públicamente y en cualquier momento su amor a Dios; los pastores generalmente solo preparan una pequeña base de su sermón y dejan que el resto fluya a través de la inspiración del momento, etc. La vivencia de la religiosidad se convierte para las personas gitanas evangélicas en un "dejarse llevar". 

El culto de la Iglesia Evangélica de Filadelfia es especialmente festivo, ya que se funden elementos de la cultura del pueblo gitano con la espontaneidad de la gente y la tradición ritual de la religión. La espontaneidad afectiva, la libertad de los cultos, la emoción y la participación personal que caracterizan estas prácticas se contraponen con las iglesias más frías, racionales o litúrgicas.

Su jerarquía está basada en la división regional. Los órganos y los territorios de gestión de la Iglesia Evangélica de Filadelfia se organizan en "zonas", que recogen laxamente las divisiones regionales del Estado español. La Iglesia Evangélica de Filadelfia está estructurada como una única iglesia en el ámbito de toda España, si bien, por cuestiones organizativas, se divide en dieciocho zonas que, a su vez, conforman seis regiones, cada una con su representación. A pesar de rechazar la jerarquía por considerar que genera corrupción, existe una organización interna heredada del protestantismo tradicional en forma de ministerios, en función de los dones o carismas otorgados a los miembros de la comunidad. Estos ministerios se agrupan en Ministerio de Responsabilidad (dirigido por maestros y apóstoles), Ministerio Itinerante (encomendado a los evangelistas) y Ministerio de la Especificación Local (confiado a pastores y predicadores), a los que se añade el Ministerio de la Música, a través del cual un grupo de hermanos consagrados a Dios guían al pueblo a la alabanza y la adoración. Su importancia iguala e incluso supera —en el caso de la Iglesia Evangélica de Filadelfia— a la de otros ministerios.

LA MÚSICA

Música y religiosidad gitana confluyen en la Iglesia Evangélica de Filadelfia, fenómeno religioso sin precedentes en la historia del pueblo gitano, y parte importante de la pluralidad sociorreligiosa y musical.

Como denominación pentecostal, el culto pone un énfasis especial en la alabanza y la adoración. Como iglesia formada por una comunidad eminentemente gitana, esta alabanza y adoración tendrá como vehículo fundamental la música. El Ministerio de la Música se fundamenta en la doctrina evangélica tradicional, que, basándose en la máxima autoridad de la Biblia, insta a sus fieles a alabar a Dios con salmos, himnos y cánticos espirituales ("Carta a los Efesios" 5:18-19). De este modo, todas las denominaciones protestantes han insertado en sus cultos la práctica musical, matizada según el caso en función de las peculiaridades de cada denominación. La Iglesia Evangélica de Filadelfia asimiló las directrices transmitidas por Clément Le Cossec desde sus Asambleas de Dios y las reinterpretó desde una idiosincrasia concreta: la de las personas gitanas españolas. Como recoge la autora Soledad Flórez en el artículo "El poder de la música: la música como generadora de un status social en la Iglesia Evangélica de Filadelfia", para el pueblo romaní la música es un don que otorga Dios, un medio fundamental para expresar la romanipén —la identidad y la cultura gitanas—, así como un instrumento de canalización de sentimientos profundos e íntimos, presente en todos los ámbitos de la vida. En la Biblia, concretamente en la "Carta de San Pablo a los Efesios" (Efesios 5: 18-19), se establecen tres tipologías generales de cantos: salmos, himnos y cánticos espirituales. Su distinción atiende a los componentes y parámetros musicales y al contenido del texto cantado:

  • Los salmos son cánticos sobrios, con estrofas y silábicos, para facilitar la comprensión del texto, tomados literalmente del Libro de los salmos.
  • Los himnos, más dinámicos y con una estructura de canción que enfatiza los estribillos, contienen mensajes bíblicos a modo de enseñanza doctrinal.
  • Los cánticos espirituales son composiciones de nueva creación mucho más libres, con parámetros musicales afines a la canción secular contemporánea, y textos extraídos de la experiencia espiritual personal del compositor. Las diferentes denominaciones protestantes emplearán en sus cultos el tipo de cánticos que más se adecue a su espiritualidad. 

Este repertorio fundamentalmente de nueva creación, junto con algunos cánticos pentecostales de reconocidos artistas cristianos latinos, interpretados a la manera del culto, lo han denominado las propias personas gitanas evangélicas cánticos de adoración y alabanza o, simplemente, alabanzas. Estas alabanzas, a su vez, se clasifican en subgéneros según su función dentro del culto, celebración casi diaria de aproximadamente una hora de duración, sin estructura fija y dirigida por un pastor. Por ejemplo, se interpretarán alabanzas festivas, que inviten a participar, a aplaudir y a las interjecciones como "¡Gloria a Dios!" o "¡Aleluya!", comúnmente de gozo. Otras invitarán a la reflexión y la comunicación con Dios, con ritmos más reposados y letras a menudo testimoniales: son las alabanzas de adoración, interpretadas por un o una solista y con el acompañamiento del coro en los estribillos. También algunos expertos establecen una tercera categoría que se llama de enseñanza, con textos de contenido doctrinal o moral que interpreta un solista que suele componer la alabanza. Entre otras.

No hay prácticamente bibliografía referente a las alabanzas, aunque su influencia es clara en gran parte de artistas de origen gitano de las últimas décadas. Se trata de un género musical que ha tenido y tiene una influencia silenciosa en la música española. Mucha de la música gitana o agitanada de las últimas décadas no se entiende sin la música espiritual gitana. Su influencia está presente en artistas como Los Chichos, Niña Pastori, Ketama, Lole y Manuel, La Barbería del Sur o Manzanita, etc. Además, muchos de estos artistas son cristianos evangélicos y han interpretado e interpretan alabanzas.

PERET

Pere Pubill Calaf, Peret (1935-2014), explicaba que había tenido una visión, y en 1982 decidió cerrar dos décadas de rumba y éxito para hacer trabajos religiosos en la Iglesia Evangélica de Filadelfia. La música está muy presente y es esencial en los cultos evangélicos, y Peret, como músico prolífico, compuso algunos himnos religiosos. Concretamente, compuso uno sobre Jesucristo que tenía poder, que era poderoso. Este estribillo se convirtió en "Barcelona es poderosa" en la canción Gitana hechicera, de 1992.