CRISTIANISMO | Tiempo de Cuaresma
La palabra “cuaresma” deriva del latín quadragesima (cuarenta). Al principio, tenía un carácter marcadamente bautismal: se trataba de un tiempo destinado a la preparación de los catecúmenos en la solemne ceremonia del bautismo, que tenía lugar en la noche del velatorio pascual. A finales del siglo IV adoptó también un cariz penitencial, en un doble sentido: era el tiempo en que los penitentes públicos cumplían las penitencias necesarias para obtener la reconciliación con la Iglesia, que ocurría el Jueves Santo; y también era la época en la cual todos los cristianos practicaban el ayuno y la abstinencia, como preparación ascética a las solemnidades pascuales. Este ayuno se juntó a la antiquísima práctica del ayuno ritual del tríduum pascual, que empezaba en la noche del Jueves Santo (28 de marzo según el calendario gregoriano) y terminaba con la eucaristía de la noche de Pascua. A finales del siglo V, el inicio de la Cuaresma se anticipó al miércoles anterior al primer domingo de la cuarentena, que adoptó el nombre de Miércoles de Ceniza. El tiempo litúrgico de la Cuaresma tuvo, hasta principios del s. XX, una gran significación popular derivada de la austeridad y los ayunos prescritos. Los Países Catalanes, como otros territorios de los reinos hispánicos, recibieron dispensas de algunos ayunos y abstinencias a través de la bula de la Cruzada: los juegos y espectáculos públicos estaban prohibidos, salvo las representaciones sacras de la pasión y los conciertos, y también mucha gente se vestía y daba impresión externa de penitencia y austeridad.
En la cultura popular, en Miércoles de Ceniza aparece la Vieja Cuaresma, que es la representación gráfica del tiempo cuaresmal, que llega hasta Semana Santa. Una vieja achacosa con siete piernas que tienen la función de calendario: siete semanas para llegar a la Semana Santa. Esta figura se representaba gráficamente con un bacalao en la mano (en Mallorca, un arenque o pimiento picante en la boca), llamada también ‘la Bacallanera’ (Barcelona), ‘la Sarraïna’ (Bages), ‘la Patorra’ (Rosellón), ‘s’àvia Corema’ (Menorca), ‘sa jaia Corema’ (Mallorca), etc., a la cual se le arrancaba una pierna cada semana: primero se hacían de papel, a menudo con las bulas viejas, y más tarde fueron imprimidas y vendidas comercialmente.
Las iglesias cristianas ortodoxas empiezan la “Gran Cuaresma” según el calendario juliano, con ayuno y abstinencia. Son unos días de preparación para la Semana Santa ortodoxa y la Pascua. Durante este periodo, los fieles renuevan su devoción y se arrepienten de sus pecados. La Gran Cuaresma dura siete semanas antes de la Pascua, y termina en la víspera del “sábado de la Resurrección de Lázaro” (el día anterior al Domingo de Ramos). Sin embargo, el ayuno continúa durante toda la Semana Santa hasta la Pascua.