FE BAHÁ'Í | El Ridván
LA FE BAHÁ'Í
La Fe Bahá’í nació en 1844 en Persia (actual Irán). Los fundadores de esta religión fueron Siyyid ‘Alí-Muhammad, quien adoptó el nombre de Bab (‘la puerta’), y Mirza Husayn Ali Nuri, conocido como Bahá’u’lláh (‘la gloria de Dios’). El nombre de la fe (bahá’í) deriva del de Bahá’u’lláh y significa ‘perteneciente a Bahá’.
Bab fundó una nueva religión totalmente independiente del islam conocida como la Fe Bahá’í. Defendía que todas las religiones tienen el mismo origen divino pero que se ha revelado en diferentes momentes históricos adaptados a las circumstancias y a la capacidad de la humanidad en cada época (concepto conocido como la revelacióon progresiva). Además, anunció la venida de un nuevo mensajero o “manifestación de Dios”: Bahá’u’lláh. En 1863 Bahá’u’lláh se presentó como el mensajero de Dios que Bab había anunciado. Proclamó que todas las religiones son divinas en origen y que todas son una única revelación de Dios que se ha ido mostrando en diferentes momentos a lo largo de la historia a través de Abrahán, Moisés, Buda, Jesús o Mahoma. Su propósito era unir todos los pueblos del mundo y conseguir la paz y el progreso de la humanidad.
La Fe Bahá'í está muy extendida en todo el mundo y en Barcelona hay una comunidad desde el 1949.
LA FIESTA DEL RIDVÁN
En 1863, después de vivir desterrado durante una década en Irak, las autoridades otomanas informaron a Bahá’u’lláh y a su familia de que sería exiliado de nuevo, esta vez a Irán, más lejos de su país de origen, Persia (actual Irán). Este segundo exilio venía motivado por el intento de debilitar el movimiento espiritual y social que había levantado la actual capital de Irak. Antes de salir de Bagdad, Bahá’u’lláh cruzó el río Tigris y permaneció durante doce días en un jardín a la orilla del río para recibir a las personas que querían despedirse de él, y proclamó públicamente la naturaleza de su misión como profeta y mensajero de Dios. Estos jardines son conocidos como los jardines de Ridván.
Antes del Ridván (‘paraíso’, en árabe) tiene lugar el ayuno de diecinueve días del último mes bahá’í del año, el mes de gloria (mes de Alá). Las personas bahá’ís se abstienen de comer y beber desde la salida hasta la puesta del sol. El propósito del ayuno es aprender a sobreponerse a los deseos para fortalecer el espíritu. Pero la disciplina fundamental, lo que realmente se pide, es que las personas estén todo el día concentradas en Dios y mantengan una actitud devota, evitando los pensamientos y comportamientos negativos.
Durante la celebración del Ridván, a lo largo de doce días se recuerda el momento en el que el fundador de esta convicción originaria de Irán, Bahá’u’lláh, hizo partícipes de su misión divina a los primeros discípulos. El primer día, el noveno y el duodécimo de este periodo festivo son considerados días sagrados por las personas bahá’ís y se detienen actividades como el trabajo o los estudios, si es posible. Ridván empieza el 20 o 21 de abril, según la fecha del equinoccio de marzo.
La festividad empieza con el primer día que señala el aniversario de la declaración de Bahá’u’lláh como “El portador de un nuevo mensaje de Dios para la humanidad”. El noveno día del Ridván marca el aniversario del día en el que la familia de Bahá’u’lláh se encontró con él en el jardín tras un desbordamiento del Tigris que les impidió hacerlo antes. El duodécimo día es el aniversario de la marcha de Bahá’u’lláh del jardín y el inicio de un segundo destierro en Constantinopla (Estambul), preludio de nuevos exilios y encarcelamientos sucedidos hasta su muerte en Acre (en el actual Israel), el 29 de mayo de 1892.
Además, el primer día del Ridván todos los años los bahá’ís de todo el mundo renuevan las asambleas espirituales locales y nacionales, los órganos de gobierno local y nacional formados por nueve miembros escogidos en unas votaciones secretas y sin candidatura (la Fe Bahá’i no tiene estructura clerical). La formación de las asambleas en estas fechas se debe al hecho de que durante el periodo del Ridván empieza el año administrativo bahá’í. Los consejos de gobierno locales y nacionales se renuevan anualmente mediante elección, mientras que el consejo de gobierno internacional, conocido como “Casa Universal de Justicia”, se escoge una vez cada cinco años.
Durante estos doce días las personas bahá’ís hacen salidas al campo y los jardines y, tradicionalmente, los bahá’ís de Barcelona celebran alguna conmemoración especial en su centro. La celebración del Ridván es familiar y comunitaria.