ISLAM | #Barxiluna “Este acto es para reflexionar sobre cuestiones que, como personas racializadas y musulmanas, nos siguen afectando hoy”, Fatiha Elmouali
“Barxiluna برشلونة: (des)memoria del pasado y presente islámico” es una línea de actividades que quiere subrayar la herencia islámica de Barcelona. La última actividad de esta línea la han coorganizado la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR), el Espai Avinyó y BornLab, el programa de mediación comunitaria de El Born Centro de Cultura y Memoria, en el marco de su ciclo “Estar, narrar, 7, 8”. Se ha centrado en visibilizar el legado islámico en el espacio público histórico de la ciudad mediante una instalación artística en la plaza Comercial del Born que señala la ubicación de una necrópolis musulmana del siglo XI.
En el marco del ciclo “Barxiluna برشلونة: (des)memoria del pasado y presente islámico”, se han organizado, hasta el momento, varias actividades con el objetivo de reflexionar sobre el legado islámico de Barcelona y ponerlo en valor. Dos de estas actividades, “Historia y patrimonio” y “Museos (im)posibles: de las narrativas históricas al relato museográfico”, han puesto el foco en el hecho islámico en la historia, la museografía y el patrimonio, con el fin de señalar la vinculación del pasado y el presente de la comunidad musulmana en la ciudad. Dos actividades más, “El currículum” y “El currículum oculto”, se enmarcaron en la esfera educativa para dialogar sobre la transmisión del conocimiento del pasado islámico que se establece en el currículum educativo, prestando atención a las narrativas que los libros de texto hacen sobre la historia del islam y a aquellas cuestiones que se dejan fuera del discurso.
Esta última actividad ha puesto el foco en el espacio público. La actividad “Memoria y espacio público”, coorganizada por el Espai Avinyó y la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR), junto con el programa de mediación comunitaria de El Born Centro de Cultura y Memoria, BornLab (en el marco de su ciclo “Estar, narrar, 7, 8”), tuvo lugar el 23 de setiembre en el marco de las fiestas de La Mercè 2023. Consistió en una instalación y una performance artística, con la participación de la educadora social Yousra Touri, la técnica de acogida y doctora en Ciencias de la Educación por la UAB Fatiha Elmouali, el actor y activista Abdel Aziz El Mountassir y la DJ Souمeya. En el acto participó el colectivo ERRO Grupo, que ha comisariado el acontecimiento y ha diseñado la instalación urbana.
“Memoria y espacio público” convirtió en protagonista el que es el único yacimiento funerario islámico documentado de Barcelona, descubierto por debajo de las estructuras medievales de la plaza Comercial del Born. La importancia de este espacio reside en el hecho de que testimonia la presencia de una numerosa comunidad islámica en la ciudad después de la desaparición del gobierno musulmán, por lo que ejemplifica y hace visible la presencia de la comunidad en la historia de la ciudad. La intervención artística se centró en reivindicar este pasado, porque “nada menciona esta historia, aquí reinan el silencio, el olvido y la invisibilización de una parte de la historia de esta sociedad, de este país”, comenta Fatiha Elmouali.
El acontecimiento, marcadamente participativo, se inició con la introducción de Fatiha Elmoauli y Yousra Touri, que reflexionaron sobre la necesidad de que la ciudadanía sea sujeto activo de la difusión y la construcción del discurso histórico de Barcelona. Seguidamente, las dos moderadoras procedieron a la lectura de un manifiesto (que podéis leer al final del contenido) en el que explicaban el proceso de descubrimiento del yacimiento, en los años noventa, y el estudio al respecto presentado por El Born CCM en el 2021, que motivó a las entidades organizadoras y participantes a preparar formas de reivindicarlo en la historia urbana.
En el manifiesto se expresaba cómo el pasado se refleja en el presente y viceversa. En los años noventa, cuando se descubrió el yacimiento, la ciudad se encontraba en plena reconstrucción para los Juegos Olímpicos, hecha en gran parte por personas inmigrantes. El mismo colectivo que día a día sufre, comentaba, “la atadura de unas cadenas parecidas a las que rodeaban los pies de las personas enterradas en el yacimiento, unas cadenas simbólicas que reproducen una construcción de la alteridad basada en discursos que tienden a ser generalizadores, que llevan a satanizar y criminalizar o, por el contrario, romantizar y paternalizar la existencia de ciertas comunidades, reproduciendo unas dinámicas que impiden la empatía entre personas”, clamaba Fatiha Elmouali leyendo el manifiesto.
Después de la lectura, y al son de la música, el equipo de la organización procedió a la instalación de dos vallas en cada uno de los puntos en los que se había enterrado a las personas en el yacimiento. Entre estas vallas se invitó a las personas del público a colocar una tela blanca, que después se iluminaría con un pequeño farol que se colgó en las vallas. Inmediatamente después empezó la performance de Abdel Aziz El Mountassir, en la que el artista y activista, adornado con cadenas en el pie y en el cuello, hizo un soliloquio en árabe y castellano. Para cerrar esta segunda parte más artística, Yousra Touri leyó un texto poético. Durante todo el acto, el público disponía de papeles donde podía escribir reflexiones, preguntas y demandas para depositarlas en una caja transparente que constituiría un memorial de la acción, donde también se introdujo una de las telas usadas en la instalación y el manifiesto que se leyó.
Cuando el acto llegaba al final, se abrió un espacio de micrófono abierto, donde representantes de instituciones y de colectivos, y también personas particulares, pudieron compartir reflexiones y demandas. Fatiha Elmouali intervino una última vez para cerrar el acto, con un discurso reivindicativo en el que pedía a la Administración el reconocimiento de la comunidad musulmana y sus costumbres como parte de la sociedad barcelonesa, y reivindicaba medidas efectivas y materiales, como más cementerios musulmanes o mezquitas reales, porque “sin este reconocimiento, las instituciones están diciendo que solo nos quieren como cuerpos para trabajar”. Finalmente, la actividad concluyó con una sesión musical con DJ Souمeya.