Las nuevas terrazas se regularizan

Este abril, el Ayuntamiento habrá retirado del espacio público los elementos provisionales instalados para delimitar las terrazas temporales y se habrán instalado las plataformas obligatorias para aquellas mesas y sillas que se mantendrán en calzada.

Ya se han retirado nueve de cada diez terrazas provisionales, 2.325 bloques de hormigón y 5.550 pilonas,  y las próximas semanas se acabarán de retirar todas.

1.131 terrazas pasan a ser definitivas, de las que algo más de la mitad irán en calzada.

El proceso de consolidación de las terrazas excepcionales instaladas en la calzada a raíz de la pandemia, a punto de finalizar. En abril, el Ayuntamiento habrá retirado los bloques de hormigón y los pivotes amarillos que se instalaron para delimitar el espacio de estas terrazas, concedidas con el objetivo de dar soporte a la restauración y favorecer la viabilidad de los establecimientos en el contexto de crisis sanitaria. Y también se habrán colocado las plataformas en las que ubicar las mesas y sillas de las terrazas que han obtenido autorización municipal para mantenerse. Por tanto, la desaparición definitiva de los bloques de hormigón de las calles es prácticamente una realidad.

A mediados de 2020, el consistorio autorizó la implantación de 3.668 terrazas excepcionales que evitaron la pérdida de 1.875 puestos de trabajo, según un estudio de la la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). De todas ellas, 1.550 terrazas se situaron en espacios como cordones de aparcamiento, carriles de circulación y chaflanes, y se delimitaron con elementos provisionales –bloques de hormigón y pivotes- para garantizar la seguridad. El resto se ubicaron en las aceras.

Una vez superada la etapa de emergencia de la pandemia, el Ayuntamiento puso en marcha un proceso de regularización de las terrazas provisionales para dejar atrás la provisionalidad. La prioridad ha sido que las calzadas puedan pasar a ser espacios definitivos para dar continuidad a la actividad económica que generan, y que lo hagan con la instalación de un mueble- plataforma accesible, homologado y seguro en el que poner las mesas y sillas y que tengan una estética cálida y un buen encaje en el paisaje urbano. La consolidación de las aceras se ha condicionado al cumplimiento de todos los requisitos de accesibilidad y de espacio público establecidos por la Ordenanza de terrazas.

A comienzos del pasado año, los restauradores pudieron solicitar la permanencia de las terrazas. En los últimos meses, el consistorio ha gestionado las peticiones y actualmente está muy cerca de completar el proceso de retirada de las terrazas provisionales y la instalación de plataformas.

De las 1.550 terrazas provisionales en calzada, se han retirado nueve de cada diez, y se prevé que a final de abril se haya finalizado la retirada, con la excepción de los casos puntuales que puedan quedar pendientes de recursos.

Se han retirado 2.325 bloques de hormigón y 5.500 pilonas, y cuando finalicen todas las actuaciones se habrán recuperado 515 plazas de carga y descarga, 3.750 de aparcamiento de motos y 510 de turismos.

En cuanto al balance general, de las 3.668 terrazas extraordinarias concedidas durante la pandemia, 2.899 solicitaron la regularización. De estas, 1.131 se han podido mantener, 574 en calzada y 557 en acera. Suman 5.528 mesas y 21.536 sillas. Del toral, 474 terrazas no existían antes de la pandemia y 657 son ampliaciones. Se han denegado 1.435 peticiones, teniendo en cuenta el cumplimiento de la Ordenanza de terrazas y las especificadas de cada distrito.

Control de las terrazas y convivencia con vecindario
Con la finalización del proceso de consolidación, Barcelona pasa a tener un total de 6.375 permisos de terrazas permanentes. El Ayuntamiento vela por preservar el equilibrio de esta actividad con la convivencia y el descanso. Lo hace mediante el trabajo de inspección para controlar el cumplimiento de las normativas y las licencias vigentes, y de diversas medidas dirigidas a reducir las molestias y el ruido.