Barcelona, una participación de éxito, diversa e inclusiva

17/03/2023 - 13:05

Participación. Una ojeada a cuatro experiencias recientes de participación ciudadana.

Barcelona apuesta por construir un modelo de democracia activa en el que la ciudadanía, sus organizaciones sociales y el resto de órganos que configuran la ciudad actúen como sujeto activo. A continuación, repasamos cuatro experiencias en las que ejemplarizamos cómo la participación ciudadana se entrecruza con la definición de las políticas públicas.

Con la participación ciudadana, el Ayuntamiento de Barcelona pretende dar voz a sus habitantes y poner a su alcance diferentes espacios de decisión para facilitar el ejercicio de su derecho a la participación y de decisión sobre los aspectos que les afectan.

Desde 1986, cuando se aprobaron las primeras normas reguladoras de participación, la estructura participativa de la ciudad se ha ido desarrollando y ha ido ganando presencia hasta ser una ciudad referente en participación e innovación democrática. Tanto es así, que recientemente se ha escogido Barcelona como primera Capital Europea de la Democracia.

Uno de los proyectos por los que la capital catalana ha sido escogida por The Innovation in Politics Institute, el Consejo de Europa y la Comisión Europea como capital Europea de la Democracia es el de los Presupuestos Participativos de Barcelona, que invitaban a los vecinos y vecinas a hacer propuestas y a los que se inscribieron un total de 70.000 personas, para decidir a qué proyectos debían destinarse los 30 millones de euros previstos para invertir en los 10 distritos de la ciudad.

Unos presupuestos consensuados con los Consejos de Barrio

Por primera vez en la ciudad se han promovido unos presupuestos participativos para decidir cómo se repartirán las inversiones municipales en los distritos de Barcelona. Esta iniciativa se ha podido llevar a cabo a través de los Consejos de Barrio, espacios que han sido una gran puerta para que los vecinos y vecinas de los barrios de la ciudad pudieran definir, votar o presentar proyectos de inversión que el Ayuntamiento ha ejecutado, está ejecutando o ejecutará en cada distrito.

El resultado de este proceso ha sido todo un éxito: 76 proyectos de inversión seleccionados en los diversos barrios de la ciudad que se reparten los 30 millones de euros destinados a los Presupuestos Participativos. Para sacar adelante esta iniciativa innovadora, el Ayuntamiento ha organizado 375 encuentros y reuniones, y ha establecido 324 puntos móviles y de apoyo en los que han participado 64.571 personas y han emitido sus votos casi 40.000.

Las fases de este largo y laborioso procedimiento se iniciaron en el año 2020 con una etapa de debates y la presentación de los proyectos, seguida de una valoración técnica de las propuestas recibidas en la fase anterior para garantizar que cumplían todos los requisitos y su viabilidad técnica. “Una vez hecha la valoración, durante la primavera del 2021, los proyectos que se detectaron como viables podían recibir el apoyo de los vecinos y vecinas para que determinasen cuáles eran los que la población priorizaba”, explica Fidel González, referente de Democracia Activa en el Distrito del Eixample.

“Una vez decidido el orden de prioridades, llegó la fase de concreción entre la ciudadanía y el personal municipal, para después pasar ya a la fase de votación (junio del 2021), en la que se podían escoger los proyectos que finalmente se ejecutarían en cada distrito,” continúa González.

Y añade: “Los vecinos y las vecinas pudieron votar proyectos de forma individual, pero el resultado de la votación en el caso del distrito del Eixample, por ejemplo, es que seis de los proyectos seleccionados corresponden a un mismo barrio y son proyectos de intervención en el espacio público. Por lo tanto, era necesario pasar de la mirada hacia el proyecto a una mirada de barrio y hacer un debate sobre el conjunto para ver el encaje entre todos ellos, y, al mismo tiempo, acabar de definir el detalle de las intervenciones y cómo estos detalles son compatibles entre los diferentes proyectos”.

Procesos participativos desde una mirada plural

Barcelona es una ciudad diversa, intercultural y poliédrica. Y el Ayuntamiento quiere reconocer esta heterogeneidad y hacer valer el derecho a la participación de todas las personas que la habitan. Personas o colectivos con visiones, orígenes y contextos culturales diferentes requieren de una mirada global.

Cira Piquer, responsable de Participación y Acción Comunitaria del Plan de Barrios de Fomento de Ciudad, es una de las impulsoras de la inclusión de la diversidad en los procesos participativos. “Nuestra estrategia de participación en los proyectos que están vinculados con el espacio público es incluir a todo el mundo, y velamos por la incorporación de todas las perspectivas (de género, intercultural, de niños y niñas y jóvenes, etcétera). Se necesita una mirada plural que pueda representar a todas las diversidades”, continúa. Y añade: “Por eso, en todos los procesos participativos incorporamos la diversidad en un sentido amplio, intentamos incluir todos los ejes”.

Piquer explica la metodología empleada: “Partimos de un mapa de actores para identificar a qué colectivos es necesario implicar y definir la metodología más adecuada para facilitar la participación. Antes de iniciar el proceso participativo, hacemos la identificación desde el Plan de Barrios, el programa extraordinario del Ayuntamiento para revertir las desigualdades entre los barrios de la ciudad, y así hacemos una identificación rigurosa y detallada. Se necesita una mirada plural que pueda representar a todas las diversidades”.

El nuevo Plan para la Justicia de Género 2021-2025: más feminista que nunca

La apuesta por hacer de Barcelona una ciudad feminista, abierta y libre se concreta en el nuevo Plan por la Justicia de Género 2021-2025, que quiere ir más allá de su plan predecesor. Con el fin de seguir el proceso de transformación social y hacerlo de manera participativa, se ha querido recoger la voz de la ciudadanía, en concreto, de mujeres, movimientos feministas y entidades organizadas por la igualdad de género y por la defensa de los derechos de las personas LGTBI para incorporar sus propuestas al nuevo Plan para la justicia de género.

A lo largo del 2021 se llevaron a cabo cuatro encuentros telemáticos y uno presencial centrados en la diagnosis interseccional de cada uno de los ámbitos que se planteaban en el nuevo plan, como las políticas económicas feministas ante la covid-19; la transversalidad de género en las políticas municipales; el urbanismo y la vivienda, y las prioridades y las propuestas para avanzar hacia una ciudad feminista. “Se organizaron estas sesiones para recoger ideas y propuestas que servirían para elaborar el nuevo plan”, explica Estel Crusellas, técnica de la Dirección de Servicios de Género y Políticas del Tiempo.

“Teníamos claro que queríamos implicar a las entidades feministas, mujeres a título individual… Por eso, a pesar de la covid-19, pusimos mecanismos para superar los obstáculos y optamos por el proceso en línea y una sesión participativa presencial. Hicimos una sesión participativa para cada eje”, explica.

Sobre las sesiones en línea, Crusellas explica lo siguiente: “Intentábamos hacerlas aunque había una barrera de entrada entre la brecha digital de género y las dificultades técnicas. Por eso nos aplicamos unas recomendaciones de Democracia Activa y teníamos un servicio técnico que daba respuestas a posibles complicaciones. Además, grabábamos las sesiones y las colgábamos en Decidim para que se pudieran ver y pudieran hacerse aportaciones a posteriori a través de esta herramienta. La idea era poner las cosas fáciles”. Se inscribieron un total de 60 personas a cada uno de los encuentros telemáticos y 50 al presencial.

Anteriormente, también se había utilizado la plataforma Decidim en el marco del proceso participativo para la elaboración del Reglamento por la equidad de género, la herramienta que institucionaliza la transversalidad de género en el Ayuntamiento y que se aprobó en el 2018. “Se hizo un proceso participativo específico y la experiencia fue muy buena. Fue la primera vez que utilizábamos Decidim y nos dimos cuenta del potencial que tiene una herramienta como esta”, afirma Crusellas.

Ciencia y participación

En el 2018, con el consenso del Ayuntamiento, centros de investigación, empresas, universidades y la ciudadanía, se definió el primer Plan Barcelona Ciencia con la idea de dar un nuevo impulso a la ciudad en lo referente a la ciencia. Barcelona no había tenido una unidad que englobase las bases de lo que era la política científica. El plan, que se presentó a principios del 2020 como medida de gobierno, se vio plenamente afectado por la llegada de la covid-19 el 15 de marzo de 2020.

“En muy pocos meses el plan quedó desfasado. Desde el Ayuntamiento se consideró que el plan que se había preparado quedaba desactualizado. Durante la pandemia, la ciencia y la investigación científica cogieron una gran notoriedad y se vio que el Ayuntamiento, aunque no tiene competencia en ciencia, tenía ahí una incumbencia”, explica Oriol Recasens, secretario del Consejo Asesor Científico que asesora al Departamento de Ciencia y Universidades en el despliegue de las políticas científicas que se impulsan.

“Una de las cosas que nos había enseñado la pandemia era que la participación ciudadana era muy importante y que podía aportar mucho y hacer que este plan tuviese mucha más riqueza. Se consideró que no solo se hablaría con las direcciones de los centros de investigación y con los rectores y rectoras, sino que también era importante abrirlo a la ciudadanía de Barcelona”, relata Recasens.

Así pues, se abrió un debate a la ciudadanía en general en torno a las modificaciones en el Plan Barcelona Ciencia 2020-2023, con el fin de incorporar las nuevas realidades y los retos urbanos que la covid-19 ha generado y extraer una hoja de ruta de las políticas municipales relacionadas con la ciencia y las universidades que se impulsan desde Barcelona.

A partir de ahí se diseñó una primera sesión de revisión del documento marco con personalidades de la ciudad del sector científico, en la que se recibieron 68 propuestas. Una vez hecho este primer análisis, se decidió abrir ya el debate al conjunto de la ciudadanía, a través de la plataforma Decidim. Se celebraron dos encuentros virtuales en el 2021 a través de la plataforma del Ayuntamiento de Barcelona, Decidim.Barcelona, y se pudieron generar diálogos en torno a las iniciativas surgidas en el marco de este proceso participativo de revisión del Plan Barcelona Ciencia 2020-2023. ¿El resultado? La incorporación de 25 medidas nuevas o renovadas que ya se han materializado.