El pasado 11 de mayo se presentó en el Canódromo Barcelona un nuevo módulo del software libre Decidimos.
El módulo DecidimKids ha surgido de la necesidad de ampliar los espacios de participación infantil digital a Barcelona. Como explica explica Elisensa Ortega, Jefa de Fomento de la Participación de la Dirección de Innovación Democrática del Ayuntamiento de Barcelona, “hasta ahora básicamente se trabajaba la participación infantil a través del grupo clase en las escuelas y en espacios de participación cerrados y privados”.
“En estos espacios”, continúa Ortega,“ la autorización (que se tiene que pedir a las personas menores de14 años, ya que no se puede navegar por internet sin autorización de los tutores según la Ley), se debe hacer en papel como en cualquier otro autorización de la escuela. Y desde las propias escuelas nos pedían que se pudiera participar desde otros ámbitos: escuela, familia, ocio …».
Ahora, con este nuevo módulo, “se promoverá más la participación infantil digital en Barcelona, pero también en otras administraciones y entidades que usan el software Decidim como herramienta de participación digital”, apunta Ortega.
El módulo de autorización DecidimKids
El nuevo módulo, que permite la autorización de la participación infantil, tiene el visto bueno de la Oficina del Delegado/da de Protección de Datos del Ayuntamiento de Barcelona, y genera que en el entrar en la plataforma de participación Decidim.barcelona para crear un perfil de usuaria aparezca un aviso de participación de menores donde dice que avises a tu tutor si tienes menos de 14 años.
Nil Homedes, responsable de Organizaciones en Decidim.org, explica que “los espacios de participación digital de menores serán tanto para procesos como para asambleas (órganos de participación en el caso de Barcelona), y se podrán crear espacios exclusivamente para menores, si hace falta, delimitando la edad, por ejemplo”.
¿Cómo debe ser la participación infantil?
Más allá de la tecnología que facilita la participación infantil, en la jornada en el Canódromo también se reflexionó sobre como debe ser una participación infantil óptima.
Anna Novella, profesora universitaria y experta en temas de participación infantil, recordó a las personas asistentes la necesidad de que participe la infancia: «Primero, porque son un sujeto de derechos. Niños y niñas tienen que poder opinar y defender su opinión siendo escuchados y apoyados; en segundo lugar, porque suman. Tienen una perspectiva de su entorno que no tienen las personas adultas”.
“Además”, continuó Novel,“ las niños y niñas son ciudadanas, tienen que percibirse como tal y, si participan, sabemos que se reducen las desigualdades, se cultiva la democracia, la pertenencia y la movilización. Y finalmente, porque necesitamos incrementar la participación e ir hacia la co-gobernanza”.
En la misma línea, durante la presentación de DecidimKids también se escucharon las contribuciones de Sandra Gómez, que explicó el estudio ParticipaTIC llevado a cabo desde la Fundación y Guardia. El estudio analiza la participación infantil desde la perspectiva de la participacio digital, mirando como ésta impacta en las formas de participar en niños y jóvenes.
Algunas de las conclusiones mostradas fueron como la participación digital está presente casi en todos los espacios de participación; como su uso se aceleró en pandemia; como la participación digital desarrolla capacidades a nivel básico pero crea diferencias en cuanto a capacidades complejas; como la participación digital puede facilitar más la comunicación y la libre expresión; y en el otro cara de la moneda, cómo genera menos calidad en la comunicación y hábitos poco saludables.
Nuevos retos en la participación infantil
Para Gómez, los retos de futuro parecen pasar para crear espacios seguros para todo el mundo en la participación infantil digital y a tender a un modelo híbrido de que combine la presencialidad y la digitalidad.
Durante el encuentro salieron algunas ideas claves compartidas para todas las asistentes, como diseñar procesos de participación infantil donde se tengan en cuenta los tempos de los niños; evitar la sobremoderación y sobreprotección por parte de los adultos; seguir trabajando para superar la brecha digital; y generar procesos de participación infantil inclusivos, con herramientas como la lectura fácil o el lenguaje con perspectiva de género.