Con su entrada en vigor desde este miércoles 28 de junio, el nuevo Reglamento de participación ciudadana de Barcelona insta al Ayuntamiento a promover los canales e instrumentos que garanticen una participación máxima, amplia e inclusiva. El objetivo es que la ciudadanía, de manera individual u organizada a través de asociaciones, incida en las políticas públicas de manera directa, sin intermediarios, y sea agente activa e impulsora de actuaciones de interés común.
Para conseguir estos objetivos, el nuevo Reglamento consolida canales y fórmulas existentes (las iniciativas ciudadanas, los órganos de participación, los procesos participativos y las consultas ciudadanas) y, al mismo tiempo, incorpora novedades vinculadas a los cambios sociales vividos en los últimos años.
Así pues, se apuesta por impulsar los canales telemáticos que, como la plataforma digital Decidim Barcelona, hacen más accesible la participación. A través de la reproducción en continuo, por ejemplo, se amplía el número de personas participantes en reuniones y encuentros de los órganos de participación. Además, la plataforma digital es un espacio permanentemente abierto al debate y la recogida de propuestas, lo que hace más flexibles y activos los procesos participativos.
El nuevo Reglamento entiende la participación como un derecho de todo el mundo y, por eso, también prevé la posibilidad de rebajar la edad de las personas participantes en determinados procesos y ámbitos de decisión.
La participación, permanentemente actualizada
El nuevo Reglamento también apuesta por fomentar metodologías innovadoras de diagnosis y deliberación ciudadana que, como las asambleas deliberativas, las marchas exploratorias o los paneles ciudadanos, entre otros, ya se han activado en Barcelona a través de experiencias como el Foro Joven BCN o la detección colectiva de los espacios oscuros de Gràcia.
Los presupuestos participativos son otra de las novedades que incorpora el reglamento a la hora de normativizar los mecanismos de participación. Esta modalidad de proceso participativo pone a la ciudadanía en el centro de las decisiones, en este caso, económicas, ya que permite a los vecinos y vecinas proponer y decidir actuaciones para ejecutar con una parte del presupuesto municipal.
Actualmente, ya se están ejecutando proyectos presentados y votados durante los primeros Presupuestos Participativos de Barcelona, una modalidad que reafirma el compromiso municipal por el ejercicio ciudadano de la democracia directa.
Tramitación y declaración institucional
El nuevo Reglamento de participación ciudadana se aprobó en el Consejo Plenario del 27 de mayo de 2022. En general, mantiene el espíritu del anterior reglamento del 2017, que fue impugnado y anulado judicialmente.
Entre los cambios que se han tenido que incorporar por imperativo legal está el número de firmas mínimas que hay que recoger para impulsar una consulta ciudadana, que pasa de 15.000 a 88.709.
La nueva cifra dificulta el ejercicio de la democracia directa por parte de los vecinos y vecinas, motivo por el cual el Consejo Municipal también ha aprobado una declaración institucional para instar al Parlamento de Cataluña a modificar la ley y reducir el número de firmas.