El concepto de emancipación y, más concretamente, el de emancipación juvenil, ha sido utilizado en las políticas de juventud del sur de Europa para identificar el momento en que el joven alcanza la autonomía residencial de forma autónoma.
A pesar de las limitaciones que la política municipal tiene en este ámbito, se ha querido dar una gran importancia a este eje, añadiendo a los ámbitos clásicos de vivienda y trabajo el ámbito de la educación/formación como un elemento intrínseco y determinante en este proceso.
El eje de promoción de la emancipación juvenil incluye tres ámbitos de actuación que se entienden como una sucesión de medidas que se adecuan al ciclo vital de las personas jóvenes (educación, formación-empleo y vivienda) y que están orientadas a promover la autonomía de los jóvenes.