El 11 de junio la alcaldesa Ada Colau encabezó la reunión anual del Ayuntamiento de Barcelona con el cuerpo diplomático de la ciudad, que se celebró de forma telemática con los objetivos principales de hablar sobre los retos que tiene Barcelona en el escenario post Covid-19 y de atender las inquietudes de los representantes diplomáticos en nombre de sus comunidades. También participaron en la reunión Laia Bonet, teniente de alcalde de Agenda 2030, Transición Digital, Deportes y Coordinación Territorial y Metropolitana; Albert Batlle, teniente de alcaldía de Prevención y Seguridad, y Xavier Marcé, concejal de Turismo e Industrias Creativas.
Alrededor de 50 representantes del cuerpo diplomático de Barcelona plantearon sus inquietudes en ámbitos como las expectativas del turismo, la nueva normalidad, la seguridad, la cultura y los servicios sociales. El decano del cuerpo consular de la ciudad y cónsul general británico, Lloyd Milen, hizo de portavoz y fue el encargado de transmitir las preguntas de los participantes consulares.
Ada Colau destacó, entre otros aspectos, que la crisis social y la reactivación económica centran las preocupaciones actuales, que es necesario que haya mucha cooperación entre administraciones y que la ciudad ha trabajado a fondo para anticiparse. Remarcó también el gran consenso en Barcelona y que el pacto de ciudad demuestra que los intereses de la población se han puesto por delante de las batallas políticas. En cuanto a los aspectos económicos, asoció la reactivación a la aceleración de los cambios que ya se habían empezado a trabajar (ecosistema científico, cultural muy robustos) y recordó que se necesita más inversión pública y acceso directo a los fondos europeos.
Laia Bonet transmitió que Barcelona ha mantenido con más fuerza que nunca su vocación internacional, destacando que la cooperación entre ciudades -que han estado en la primera línea para abordar la crisis- ha sido uno de los elementos que han salido más fortalecidos de esta crisis con los ejemplos de los intercambios concretos y donaciones de ciudades chinas y los intercambios de experiencias con ciudades de Europa y de todo el mundo. Así, se demuestra que hay que fortalecer el sistema multilateral y reconocer que la cooperación entre ciudades sí ha funcionado. Por otra parte, puso en valor el trabajo de ayuda que se ha hecho con los cónsules para garantizar la seguridad de las personas de sus países que quedaron atrapadas en la ciudad y el contacto con el gobierno del Estado para facilitar el retorno a casa.