Historia de Sant Andreu de Palomar
La primera noticia escrita que se tiene del sitio que ocupa hoy Sant Andreu data del año 992, en un documento de permuta de una heredad, entre Na Mel y el abad Otó, donde se consigna un lugar denominado Palomar. No fue hasta 1034 cuando aparecieron juntos los nombres de Sant Andreu, patrón de la parroquia, y Palomar, y se formó, a partir de ahí, el nombre de Sant Andreu de Palomar. La parroquia de Sant Andreu se consagró en 1105 por primera vez, y fue destruida dos veces por los sarracenos. En 1132 el obispo Sant Oleguer la consagró nuevamente.
Los límites de Sant Andreu de Palomar se extendían del Besòs a la sierra de Collserola, y de Montcada al norte, hasta Sant Martí de Provençals al sur. La Riera de Horta era la división con Sant Martí.
La riqueza principal del pueblo era la agricultura. Situado en la llanura, el suelo era fértil, ya que era tierra de aluvión depositado por el río Besòs en tiempos prehistóricos. Esta llanura era de regadío, abastecida por el Rec Comtal, acequia que se construyó hacia el año 954 por parte del conde Mir, hermano de Borrell II, para conducir el agua a Barcelona desde Montcada.
Lo que se entendía por ‘parroquia’ en la Edad Media no era tan solo una división eclesiástica, sino también administrativa. La primera denominación de la parroquia de Sant Andreu se encuentra en una escritura del año 1004.
En los siglos XI, XII y XIII se edificaron unos cuantos casales en los entornos de la iglesia, y se formó el burgo detrás.
Tres siglos más tarde, ya se puede hablar de masías diseminadas por la demarcación del pueblo de Sant Andreu de Palomar, propiedad de una clase media organizada e independiente que arrendaba o cedía las tierras en condiciones que favorecían la formación de masías con territorios extensos en los alrededores. Estos arrendamientos originaron el campesinado de Sant Andreu.
A lo largo de los años se fueron formando las pequeñas calles en torno a la calle Gran, eje principal y antigua vía romana.
El pueblo de Sant Andreu, con sus calles y un mayor desarrollo de la edificación, es obra de finales del siglo XVIII y de las primeras décadas del XIX. A finales del siglo XIX y principios del XX ya se encontraban empresas importantes en Sant Andreu: Fabra i Coats, ENASA o Pegaso, Fàbrica Nacional de Colorants, La Algodonera (Vapor del Rec) y una buena cantidad de pequeñas empresas y talleres.