El producto se analizará por el laboratorio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, recordando que el consumo de frutos urbanos no está indicado sin valorar su seguridad alimentaria.
Se ha puesto en marcha una prueba piloto para fomentar el aprovechamiento alimentario y el derecho a una alimentación saludable en el distrito de Sant Andreu. Voluntariado de diversas entidades del barrio, bajo la coordinación de la Fundación Espigoladors, han espigado los árboles frutales de las calles del casco antiguo del barrio de Sant Andreu de Palomar para elaborar mermelada de naranja amarga.
Voluntarios y voluntarias han espigado más de 120 naranjos amargos de las calles Coroleu, Abad Odón, Castellbell y Vasconia. En total se han recogido cerca de 800 kg de naranjas amargas, las cuales terminarán transformándose en más de 3.000 frascos de mermelada que se destinarán en buena parte a entidades sociales.
La recogida se ha iniciado con una breve formación a pie de calle, a cargo de la Fundación Espigoladors, sobre las pérdidas y el desperdicio alimentario y sobre las técnicas de cosecha para este producto. Parc i Jardins ha facilitado todo el material necesario para que todos los voluntarios y voluntarias pudieran llevar a cabo la actividad con la máxima seguridad.
Las naranjas amargas recogidas se han trasladado al obrador de la Fundación Espigoladors quien elaborará una mermelada 100% natural. Este obrador es un laboratorio de innovación a favor del aprovechamiento alimentario que ofrece oportunidades laborales y formativas a personas en situación de riesgo de exclusión social.
El destino final de buena parte de los tarros de mermelada de naranja amarga será a elección de los alumnos de una de las escuelas del barrio. De esta manera el distrito quiere promover entre los niños la lucha contra el despilfarro alimentario y su implicación con las actividades y propuestas del barrio. A través de una sesión informativa y un proceso participativo en el aula dinamizado por la Fundación Espigoladors, deberán decidir a qué entidad social o solidaria destinan los botes.
Respecto al consumo del producto final, se han realizado pruebas previas por parte del laboratorio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, que será quien autorice su consumo. Es importante recordar que las naranjas de los árboles frutales de la ciudad no son aptas como naranjas de mesa y su consumo no es indicado sin pasar por un control de calidad y seguridad alimentaria.
La ciudad de Barcelona dispone de más de 3.300 naranjos, que representan aproximadamente un 1,5% de los 202.000 árboles que pueblan la ciudad. El distrito que cuenta con más naranjos amargos es Sant Andreu, donde se pueden encontrar más de 1.100 ejemplares de este árbol frutal, es decir, un 35% del total de la ciudad.
La acción realizada por el distrito de Sant Andreu se enmarca dentro de la celebración de Barcelona como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible, también ha contado con la colaboración de Parque y Jardines y del comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Política Alimentaria del Ayuntamiento de Barcelona.