De sulfuros a tintes y de armas a industrias, esta fábrica fue capaz de generar incluso una barriada propia

El industrial Enric Sanchis compró unos terrenos en el espacio conocido como la Otra parte del río del que entonces era término municipal de Santa Coloma de Gramenet, y en 1907 hizo construir una fábrica de sulfuros. Más adelante se especializó en tintes para el algodón y la fábrica no paró de crecer hasta el punto de que en 1930 construyó un conjunto de casas para quienes trabajaban allí que recibió el nombre de barriada Sanchis.

Al morir en 1935, la familia siguió su voluntad y la empresa se liquidó y disolvió. Sin embargo, los herederos no tuvieron tiempo de vender el edificio porque en 1937 se colectivizó y se hizo una fábrica de material bélico que la convirtió en objetivo de bombardeos fascistas.

La familia volvió a la fábrica en 1939 y, aunque no se sabe muy bien lo que se hacía, la mantuvo en funcionamiento durante la posguerra. En los años 60 obtenía rendimientos alquilando las naves a pequeñas industrias, y construyó un edificio de viviendas adosado a la antigua entrada principal.

Actualmente es un solar vacío donde sólo queda de pie la puerta de acceso, la fachada y la casa familiar, de la que, a pesar del mal estado, se puede captar el elegante romanticismo.

Espíritu empresarial, desarrollo económico y social

El desarrollo extractivo del Bon Pastor comparte la evolución general del Plan de Barcelona, ​​con un origen totalmente agrícola que fue dando paso primero a la industria de los tejidos naturales para más tarde ser terreno abonado para cualquier tipo de actividad industrial, desde de la más ligera a la más pesada. La fábrica Sanchís es un botón de muestra.