El espléndido muro de piedra de la calle Bonaventura Gispert protegía Can Mestres de las avenidas de agua que recogía la riera de Horta en los episodios de lluvia

Se trata de una de las antiguas rieras del llano de Barcelona, que recogía las aguas de los múltiples torrentes que descendían de Collserola y de la Muntanya Pelada. Entraba en Sant Martí de Provençals por la Sagrera, y en paralelo al río Besòs, desembocaba en el mar. Perdió su función al ser soterrada.

Actualmente, en su primer tramo en la Verneda i la Pau toma el nombre de calle Bonaventura Gispert. Se trata de un camino arenoso caracterizado por un larguísimo muro de piedra, necesario por el hecho de que el cauce era elevado sobre los terrenos. El muro protegía Can Mestres de las avenidas de agua y las conducía hacia el ámbito que actualmente recorre la rambla de Prim.

Una rambla de agua

El sistema hidrográfico de Barcelona estaba formado por múltiples torrentes y rieras que bajaban de Collserola. Todos juntos regaban, antes de la edificación masiva, espacios donde había desde masías y explotaciones agrarias a tejerías e industrias que requerían mucha agua.

En 2009 se construyó el depósito pluvial del parque de les Rieres d'Horta, uno de los mayores de Barcelona. Evita las inundaciones y aprovecha el agua que recoge, y de paso, permite disfrutar del magnífico muro de piedra de Can Mestres.

El muro de la calle Bonaventura Gispert

La recogida y la conducción del agua ha sido una obsesión històrica del desarrollo ciudadano del llano de Barcelona, un espacio del litoral en el que Collserola ha abrigado y protegido la ciudad, y además de suministrarle agua suficiente a lo largo de los siglos , también ha generado la creación de una serie de infraestructuras para conducirlas y para protegerse de ellas.