Los radares de tramo permiten calcular la velocidad media de un vehículo en un trayecto concreto, y este año se pondrán en funcionamiento dos:
- En marzo: en el túnel de la Rovira, en el tramo entre la plaza de Alfonso el Sabio y la rambla del Carmelo.
- A lo largo del año: en el túnel de Badal, en el tramo entre la plaza de Cerdà y la avenida Diagonal.
Además, se instalarán 32 radares fijos, que permiten calcular la velocidad de un vehículo en un lugar concreto, en vías principales y calles 30 donde se ha detectado un número elevado de infracciones por exceso de velocidad. En el distrito de Sants-Montjuïc habrá radares en:
• C. Sants, a la altura de la c. España Industrial.
• Avda. Paralelo, a la altura de la c. Palaudàries.
• Gran Vía de las Cortes Catalanas, a la altura de la c. Química.
• Gran Vía de las Cortes Catalanas, a la altura de las calles de San Roque y de San Germán.
• Calle A, a la altura de la calle 2 (polígono de la Zona Franca).
También se prepararán una treintena de puntos repartidos por los diez distritos para ubicar radares pedagógicos de manera rotatoria. Estos paneles electrónicos informan de la velocidad de un vehículo y alertan si supera el límite de la vía, pero sin imponer sanciones.
Hacia una ciudad 30
A finales de año el 75% de las calles tendrán un límite de velocidad de 30 km/h. Los objetivos son:
- Reducir el número de siniestros y su gravedad.
- Mejorar la convivencia en la calzada.
- Hacer un espacio público más amable.
La ampliación del número de radares en la ciudad ayudará a consolidar a este modelo de ciudad 30 hacia el que se avanza.