Tala de seguridad de árboles muertos o debilitados en el Baixador de Vallvidrera

09/02/2024 - 09:39

El lunes, 12 de febrero, empiezan las tareas forestales para talar y retirar pinos que han estado afectados, bien por la sequía acumulada, bien por la plaga del escarabajo perforador de pinos. Se prevé que las actuaciones acaben el 15 de marzo. En caso de condiciones meteorológicas adversas, las tareas pueden retrasarse.

La zona de la estación de ferrocarriles del Baixador de Vallvidrera es uno de los espacios forestales del Parque donde los efectos de la sequía acumulada son más visibles. Se trata de un área altamente frecuentada por público familiar y escolar en su acceso a la escuela Els Xiprers, al MUHBA Vil·la Joana, Museu-Casa Vedaguer y al Centro de Información del Parque Natural.

Se han identificado unos 200 ejemplares de pinos secos o debilitados con riesgo de caída. Con el objetivo de garantizar la seguridad, reducir el riesgo de incendio y mejorar la estructura del bosque, se han planificado los trabajos, coordinados por el Consorci del Parc Natural de la Serra de Collserola y financiados con una aportación extraordinaria del Ayuntamiento de Barcelona.

Concretamente, las acciones previstas son:

  • Corte y retirada de árboles muertos o debilitados.
  • Selección de retoños de encina para favorecer la recuperación del bosque y el mantenimiento de algunos pies de árbol para la mejora de la biodiversidad.
  • Trituración de las ramas de menos de 7 cm en la misma zona, como protección, mejora de la humedad e incorporación de materia orgánica en el suelo.
  • Actuación de bioingeniería para reforzar taludes o arreglar la escorrentía de la zona con troncos procedentes de la actuación.

Además, se aprovechará para reparar el mobiliario existente en mal estado o afectado por la actuación y se instalarán nuevos bancos elaborados con restos de la intervención siguiendo al modelo instalado en otros espacios del Parque.

Una parte de la madera extraída será retirada y gestionada por la empresa encargada de los trabajos como biomasa forestal.

Afectaciones al tráfico

Los equipos técnicos del Consorci han diseñado los trabajos de manera que tengan la mínima afectación para las personas usuarias de los espacios y del camino de acceso a los equipamientos.

Durante toda la actuación, el espacio estará señalizado. No está previsto cortar el camino de acceso a pie a los equipamientos de la zona, sólo habrá situaciones puntuales de restricción al paso por corte de árboles o retirada de troncos, para garantizar la seguridad de las personas.

El camino de paseo por las fuentes (por la Font Vella, Font Nova y el paseo dels Plàtans) estará siempre disponible como alternativa de acceso.

Los efectos de la sequía en el Parque Natural de la Collserola

La sequía ha afectado ya a un gran número de árboles, especialmente de pino piñonero (Pinus pinea). Las hojas de los pinos se van secando hasta el momento en el que el árbol no es capaz de revertir la situación y muere. En cambio, en las encinas y en los alcornoques la afectación es más gradual. Estas especies tienen una estrategia diferente: para sobrevivir a sequías persistentes hay partes del árbol que se van secando, pero en cualquier momento, si cambian las condiciones ambientales, pueden parar el marchitamiento y rebrotar, a pesar de presentar partes del árbol totalmente muertas.

Como es habitual, el Consorci ha programado actuaciones de talas sanitarias de árboles. Los clareos del bosque, sobre todo de los árboles ya muertos y de los muy debilitados, se realizan regularmente para fomentar estructuras más estables y resilientes ante los incendios forestales y para prevenir la propagación de posibles plagas de Tomicus destruens.

A raíz de esta situación, en otoño se iniciaron actuaciones urgentes de tala de un número significativo de ejemplares para minimizar los riesgos y evitar la caída de árboles y ramas de grandes dimensiones sobre personas o infraestructuras (bancos, caminos, escalas y muros de piedra, fuentes, equipamientos, etc.).

Las primeras actuaciones se ejecutaron durante octubre y noviembre en el bosque de Sentmenat o de Can Caralleu, un espacio muy transitado por vecindario, ciclistas y otros caminantes.