Ciutat Vella y su población

La centralidad de Ciutat Vella comporta una idiosincrasia propia también con respecto a la educación.

Se constata una gran diversidad de la población en función de los orígenes, con un alto porcentaje de población extranjera, y un carácter dual de la población con respecto a los niveles socioeconómicos, junto con una población esporádica, como turistas y estudiantes temporales. La población extranjera tiende a estabilizarse, aunque la renta familiar sigue siendo baja.

Un territorio de 104.000 habitantes, 13.500 de los cuales son alumnos que se escolarizan en 49 centros.

La elección del entorno educativo

Hay que trabajar para romper ciertos tópicos; a pesar de la preocupación por la existencia de un perfil de población del distrito que no opta por este a la hora de buscar el entorno educativo para sus hijos, se constata que la fidelización de la mayoría de la población en los centros educativos del distrito o en sus áreas de influencia es elevada, en un 86 %.

Aun así, se constata un porcentaje bajo de alumnos de educación infantil que provienen de escoles bressol del distrito. Una herramienta como la Red 0-18 produce un buen impacto. Aunque no disminuye el derecho de las familias a la hora de decidir los centros escolares de sus hijos, el reto que se plantea con el plan es conseguir atraer a las familias a través de una oferta de calidad.

La escolarización equilibrada y el éxito escolar

Hay dos aspectos que tienen un impacto importante en la labor que desarrollan los centros educativos: la gran diversidad cultural de las familias y el alto porcentaje de movilidad de los alumnos.

Se considera fundamental seguir trabajando a través de la Comisión de Garantías de Admisión del distrito como herramienta para mejorar la escolarización más equilibrada que permite la normativa con respecto a la reserva de plazas para alumnos con necesidades educativas específicas.

Absentismo y abandono prematuro

Un aspecto positivo es la mejora en los datos de absentismo escolar, que se ha reducido considerablemente en los últimos años. Por otra parte, aunque siguen preocupando los datos de desplazamientos temporales de la población, estos, como resultado de la situación económica de las familias, también han bajado.

Uno de los aspectos en los que hay que insistir y dimensionar en su justa medida es el abandono prematuro de los estudios. Este hecho, junto con la preocupación por el paro juvenil, incrementa el porcentaje de población adolescente y joven que no hace nada. Se valora incorporar en el plan aspectos de mejora en este sentido.

El trabajo de coordinación de los diversos agentes de información y orientación y la necesidad de seguimiento de muchos de los jóvenes, una vez que dejan la escuela, se considera una herramienta imprescindible. El gran reto de la formación profesional en la ciudad puede paliar diferentes necesidades, tanto para los propios jóvenes como para el mundo de la empresa. Así pues, el barrio y los distintos agentes económicos del territorio pueden dar salida a muchas necesidades de estos jóvenes.

Uno de los aspectos imprescindibles que reforzar es el papel de las entidades en la oferta de plazas de los programas de cualificación profesional inicial (PCPI) y también el rol de la formación de adultos, en su función de recuperar alumnos, que regresan a la formación reglada, como herramienta educativa y de cohesión social.

El refuerzo fuera del ámbito escolar

Con respecto a la educación no formal, se constata un conjunto de servicios, entidades y asociaciones ubicadas en Ciutat Vella, con el objetivo de llevar a cabo un trabajo socioeducativo dirigido a niños y jóvenes del distrito.

Se considera necesario trabajar para complementar la escuela en los aspectos de más necesidad que detecten los tutores y maestros. A menudo el incremento de recursos no representa una mejora de la calidad y del impacto real en el éxito escolar de los jóvenes. Así, por ejemplo, el refuerzo escolar, que se puede manifestar en diferentes formas e intensidades, se debe concretar y dimensionar con el visto bueno de la escuela.

El Distrito puede colaborar en reforzar el trabajo educativo de los alumnos en el ámbito extraescolar. Así, proyectos como el de refuerzo de la lectura, el refuerzo de la lengua catalana, la orientación en la búsqueda de información de apoyo al currículum, el refuerzo de competencias TIC, el apoyo a las familias en su función educativa, los servicios de acogida y mediación en los centros, etcétera, pueden ayudar a mejorar la función educativa de la escuela.

La potencialidad de la centralidad del distrito

Por otra parte, se constata que el conjunto de instituciones, organismos y recursos culturales de los que dispone Ciutat Vella son poco aprovechados por los alumnos y por los vecinos del mismo distrito. La gran potencialidad de los recursos existentes no siempre está focalizada en el territorio y hay que buscar estrategias de colaboración, de mejora de los planes pedagógicos de muchas instituciones para que se conviertan en un potencial para los centros educativos del distrito y sirvan para mejorarlos.

La inmersión lingüística más allá de la escuela, herramienta de cohesión social

La función inclusiva que desempeña la escuela, con herramientas como la inmersión lingüística, debe ser más clara y explícita en espacios extraescolares. Así, se cree importante trabajar por la inmersión en el tiempo libre socioeducativo para complementar la función de la escuela. La experiencia llevada a cabo en el marco del Plan educativo del entorno del Raval debe servir para aprovechar los proyectos que se han puesto en marcha y mejorar los aspectos más débiles y poder trasladarlos a toda Ciutat Vella.

La eficiencia de los recursos públicos

El Distrito apuesta, desde hace tiempo, por un apoyo a través de las subvenciones a escuelas, institutos y AMPA, para que dispongan de recursos para dar respuesta a las necesidades de muchos alumnos en actividades tanto en el marco de la escuela como en los espacios extraescolares. Con respecto a las necesidades de los alumnos de material académico, salidas, asistencia al teatro, participación en clubes de lectura y talleres de creación de juegos relacionales, formación y práctica musical y deportiva, a las que muchas veces se había dado respuesta a través del Plan de entorno, es ahora el Distrito quien les da respuesta para todos los centros de Ciutat Vella. Hay que focalizar las prioridades en la convocatoria de subvenciones.

El papel de las familias y las AMPA

Hay que reforzar y tener en cuenta a las AMPA con respecto a su función de detección de necesidades; al mismo tiempo, también se considera necesario mejorar el contenido de un gran número de los proyectos que se plantean. El Distrito puede dar apoyo a esta función de formación de los proyectos de padres y madres, teniendo en cuenta la realidad del distrito y trabajando para introducir fórmulas de aprendizaje servicio.

El tiempo libre educativo

La realidad en los institutos de Ciutat Vella y su entorno requiere estrategias concretas para dar apoyo a los horarios compactados, que son efectivos en todos los institutos públicos de Ciutat Vella desde el curso 2013-2014. El Distrito, a través de este plan, establece una línea de actuación prioritaria para mantener la cohesión de cada entorno del centro educativo y para que la opción dirigida a los alumnos tenga un contenido educativo pleno, ya sea a través de las entidades y los equipamientos de la zona o a través del apoyo directo a los institutos.

Se constatan carencias de espacios de ocio los fines de semana y los periodos vacacionales o para llevar a cabo actividades de disfrute y de diversión en el tiempo libre. Se considera necesario respaldar proyectos de tiempo libre normalizado, no profesionalizado, gestionado a menudo por los propios jóvenes. Se considera fundamental que el Distrito los pueda apoyar a través de espacios como el Casal de Jóvenes y las bibliotecas o facilitar al máximo estas iniciativas.

Las necesidades sociales básicas

La realidad familiar y social de los alumnos que sufren dificultades en Ciutat Vella se analiza, se valora y se intenta mejorar por medio de las comisiones sociales de los centros educativos. Se trata de una herramienta de trabajo de coordinación, entre el marco escolar y los servicios sociales, que sería necesario fortalecer, así como mejorar y sistematizar su funcionamiento, para crear un modelo para la detección y prevención de necesidades sociales.

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