El Ayuntamiento de Barcelona edita la guía ‘Hagamos accesible nuestro comercio’

• Primera guía editada por el Ayuntamiento que explica a los comerciantes cómo implementar medidas de accesibilidad en los establecimientos comerciales.

Aceras y espacios interiores de tiendas libres de obstáculos, entradas sin peldaños, unos baños adecuados para el uso de todo el mundo y una comunicación en que la tecnología no alza nuevas barreras sino que ofrece soluciones. Una iniciativa municipal propone a los comerciantes de la ciudad dar nuevos pasos a favor de un comercio accesible y abierto a todo el mundo. Principalmente con las personas con discapacidad, pero también para facilitar y hacer más cómodo a todo el mundo el acceso a los establecimientos.

El Ayuntamiento de Barcelona ha editado la primera guía informativa en la que se explica cómo implementar medidas de accesibilidad en los comercios barceloneses y anima a los comerciantes a aplicar nuevas medidas, más allá de las obligaciones mínimas ya establecidas para los comercios en función de cada tipo. Se trata de una guía que quiere romper con las barreras. En la sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña presentó la publicación la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz, y la concejala de Comercio y Mercados, Montserrat Ballarín.

En Barcelona, ocho de cada diez establecimientos comerciales no presentan impedimentos físicos de acceso desde la calle. Además, nueve de cada diez tienen una puerta de entrada con anchura superior a 70 centímetros, según los datos de la Encuesta de actividad del sector comercial de Barcelona del 2016. La superficie media de la sala de ventas de los comercios es de 69,5 metros cuadrados (sin contar los puestos de mercado). Las más anchas son las de los sectores de automoción, decoración del hogar, ocio y cultura. La superficie total del establecimiento es de 110,5 metros cuadrados por término medio

Ilustraciones y textos informativos

Elaborada con textos informativos e ilustraciones, la guía pretende ser un documento útil y práctico con el objetivo de mostrar los beneficios de un comercio accesible para todo el mundo. Explica cómo con pequeños gestos o hábitos cotidianos, se puede ofrecer un servicio de calidad adaptado a las necesidades de todas las personas.

La iniciativa nació de un proyecto pedagógico de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona de la UPC, con la participación de la Comisión de Personas con Diversidad Funcional del Casco Antiguo, y posteriormente han participado entidades de personas con discapacidad, asociaciones de comerciantes y la misma Administración, por ejemplo, de los servicios técnicos de distritos en los que se han llevado a cabo proyectos como CASBA (Casco Antiguo Sin Barreras), SASBA (Sants Sin Barreras) y MASBA (Marina Sin Barreras), que han aportado también experiencia y necesidades detectadas en la accesibilidad en el comercio.

Soluciones básicas

La guía contiene soluciones pensadas para hacer frente a barreras que van, por ejemplo, desde el toldo demasiado bajo en la fachada que puede representar un peligro, hasta las alfombras de pelo largo, que hacen prácticamente imposible entrar en un lugar con un cochecito infantil o en silla de ruedas. Son ideas que en conjunto buscan la autonomía, la seguridad y la igualdad de derecho de las personas con discapacidad en su relación con el comercio de proximidad, y también de todo el mundo, como por ejemplo padres y madres que llevan cochecitos con criaturas, personas mayores con movilidad reducida, personas que van cargadas o que tienen dificultades idiomáticas.

La guía estructura en cinco ejes las acciones que se quieren favorecer a partir de la perspectiva de todo lo que puede facilitar la accesibilidad y, por el contrario, las consecuencias de no tener en cuenta las recomendaciones y los beneficios de su aplicación.

Las aceras, mejor sin obstáculos como atriles, carteleras, tiestos o piezas de mobiliario. Nada que pueda molestar. Las líneas de fachada, limpias. Así, mejor tener los toldos a una altura que no represente un peligro.

Evitar peldaños o alfombras de pelo el largo en la acera, justo en la entrada de los comercios. Las plataformas de rampas en la misma acera pueden convertirse también en un obstáculo

Los interiores de las tiendas pueden ser más cómodos si los espacios de tránsito no tienen obstáculos y se facilita el paso, si los productos están al alcance de todo el mundo, los probadores son accesibles y los mostradores están a una altura que permite atender e interactuar a comerciantes y clientes.

El diseño del baño o su adecuación tienen que estar pensados para todo el mundo. Y, naturalmente, este espacio no tiene que ser un almacén.Finalmente, se propone repensar la comunicación para facilitar la información, tanto en las etiquetas como en la información de detalle de productos, menús o páginas web.