Fermín Villar: “Tenemos que poner en valor todo lo que ofrece La Rambla”

Cuándo

31/01/2018

  • La Associació d’Amics de la Rambla y entidades y organizaciones que están vinculadas a ella debaten actualmente sobre el despliegue del Plan especial de ordenación que tiene que definir los criterios de la futura reforma del paseo. Comerciantes, asociaciones y entidades siguen trabajando también en el homenaje que se quiere hacer a La Rambla en memoria de las víctimas del atentado de agosto del año pasado.

 

A poco de cumplirse seis meses del golpe que sufrió La Rambla y la ciudad, Fermín Villar, presidente de la Associació d’Amics de la Rambla recuerda el impacto que todavía sufren algunos trabajadores, como es el caso de una de las floristas, que ya no volvió a trabajar en su puesto. “Cada 17 de agosto tendremos que detenernos y recordar lo que sucedió”, dice.

La Associació d’Amics de la Rambla, que reúne a vecinos, comerciantes, instituciones y “amigos” —personas que tienen una relación afectiva con La Rambla—, es una de las entidades que, junto con el Mercat de la Boqueria, la Associació de Comerciants de la Plaça ReialFem Raval, la Federació de Comerciants del Raval –Eix RavalBarnacentrePelai Centre, Plaça Universitat i Rodalies y El Corte Inglés, fueron galardonadas con un reconocimiento especial del Premio Comercio Barcelona por “su apuesta de valentía, firmeza y solidaridad mostrada a raíz de los atentados del pasado 17 de agosto”, según acordó el jurado.

“El homenaje tiene que ser en memoria de los que ya no están y de los que sufrieron y todavía sufren y en reconocimiento a la respuesta increíble de la ciudad, que volvió a hacer suya La Rambla”, afirma Villar, que apunta que en estos momentos la organización del acto está vinculada al debate sobre el Plan especial.

Orgullo, identidad y adecentamiento de La Rambla

La Rambla afronta su futuro y todo el mundo que tiene que ver con ella espera que los trabajos que se están llevando a cabo en el marco del Plan especial aporten una solución para “el adecentamiento” de este paseo. “Las actividades tienen que estar en su lugar”, dice Villar. “La gente tiene que poder pasear, el vehículo tiene que quedar en un segundo plano, no lo podemos quitar de ahí porque somos vía de asistencia y llegada al Raval, pero tiene que tener más prioridad el peatón.” Las conversaciones que se mantienen actualmente “se están haciendo con muy buena sintonía”, destaca.

Una peculiaridad de La Rambla, según explica, es que los peatones, sean barceloneses o turistas, viven más “lo que pasa encima del paseo que dentro de los edificios y de los palacios, y lo que pasa encima es mucho y lo tenemos que arreglar”. Preguntado si existen obstáculos, responde: “Las inercias de todos los que trabajamos y vivimos allí, de creernos que somos más importantes, cuando La Rambla es de todos”.

¿Así pues, qué hay que hacer? “Poner en valor todo lo que tiene La Rambla para que el barcelonés y el visitante se lo lleve como un orgullo y pueda decir: he vuelto a La Rambla”, subraya. ¿Y con respecto al barcelonés? Fermín Villar es de la convicción de que también hay que aplicar la misma receta, aunque en este caso concreto hay que apelar a “lo que el barcelonés tiene presente de La Rambla: Sant Jordi, por ejemplo, o las victorias del Barça”.

“Una de las claves para que el barcelonés sienta suya La Rambla”, asegura Villar, “hay que buscarla en la redistribución de la oferta cultural que ofrece en torno al paseo”. Hacia el Raval, hacia el Gòtic. En otros lugares, también. Canalizar las actividades. Apunta un matiz: la coexistencia de barceloneses y de visitantes “porque el turismo urbano es una realidad que no se detendrá” y al mismo tiempo “trabajar para que el barcelonés esté cada vez más presente para alcanzar un equilibrio”.

Barceloneses, anfitriones de los visitantes en La Rambla

“En La Rambla, hay que estar las 24 horas para poder explicarla”, sostiene. Y si hay que escoger un lugar, Fermín Villar escoge las golondrinas:“Todos hemos olido el primer mar con las golondrinas”, recuerda, “y subir al monumento a Colón para tener una vista espectacular del paseo”. A partir de aquí “Curiosear allá donde podamos”, en los palacios, observar las fachadas y las placas que hay de personajes históricos... La Rambla siempre es un material inagotable para nuevas conversaciones.