"Los objetos son un artefacto muy poderoso para la educación"
Joana Mora estudió humanidades en la Universitat Pompeu Fabra y, desde hace unos años, se dedica a la educación en diferentes museos de la ciudad. Actualmente es una de las educadoras del Museo del Diseño, desde donde trabaja para dar a conocer cada una de las exposiciones permanentes así como las actividades para acercar el patrimonio del Museo a las familias.
¿Cuál crees que debe ser la misión de un equipamiento como el Museo del Diseño en el ámbito de la educación?
Creemos que la misión principal de un museo, como espacio social, debe ser acercar a todos los habitantes de la ciudad su colección.
El Museo del Diseño es un espacio pensado para reflexionar alrededor del objeto, al que entendemos como un artefacto muy poderoso para la educación, que nos permite aprender muchas cosas, en varias disciplinas: podemos estudiar historia a través de los objetos, aprender cuál era la forma de vivir en el pasado a partir de fuentes primarias… ¡Y sin tener que caer en el tradicional (y aburrido) libro de texto!
¿Por qué es importante dar a conocer a los más pequeños el diseño?
Es necesario que conozcan que el diseño puede ser una herramienta creativa y generadora de cambios y nuevas realidades en el siglo que vivimos. Por este motivo, todas las actividades educativas y familiares combinan el juego y la creatividad a través de un ámbito profesional del diseño: cerámica, estampación de moda, diseño gráfico…Tenemos un montón.
A partir de tu experiencia, ¿cuál es la clave para despertar el interés y la conciencia crítica por el diseño en niños y jóvenes?
El diseño nos rodea, lo es todo: la taza de cerámica que utilizamos para comer cereales por la mañana, las gafas que se adaptan a la nariz y a nuestros dos ojos para ayudarnos a ver mejor las cosas, el bañador que nos permite nadar cómodamente en la piscina, las señales del metro que nos indican hacia dónde vamos, o las apps que tenemos instaladas en el teléfono.
El diseño debe convertirse en una nueva forma de pensar, si desciframos el mundo a través de las herramientas que nos proporciona el diseño…
Con el tiempo que hace que trabajas de educadora en el Museo del Diseño, ¿cómo valoras la evolución de las actividades educativas que se ofrecen?
¡Nuestra valoración es más que positiva! Estamos maravilladas de la evolución de nuestras actividades, de cómo han ido creciendo, diversificándose en temáticas y disciplinas y, sobre todo, de la excelente respuesta que recibimos de pequeños y adolescentes y de las familias que vienen a hacer actividades con nosotros.
¿Cuáles son los objetos o piezas que más llaman la atención a los alumnos y de qué ámbito (moda, diseño gráfico, artes decorativas…)?
Hay muchísimos, pero los que se llevan el premio son, por orden: un cartel publicitario muy ilustrativo de la España franquista de posguerra, donde se anuncian los Jabones Capdevila, un jabón tan potente que consigue blanquear a los niños de raza negra. Una barbaridad a ojos de cualquier persona del siglo XXI; los diminutos corsés que llevaban mujeres (¡y hombres!) a la cintura a lo largo del siglo XIX; la berlina de 1750, de la colección de artes decorativas (les recuerda a muchos cuentos y les fascina ver una de verdad, ¡de tan cerca!); y, evidentemente, la bicicleta Orbea Grow, en el ámbito de diseño de producto (todos quieren una igual).
¿Nos podrías contar alguna anécdota que recuerdes de las visitas escolares?
A mí personalmente me encanta el momento en que, en diferentes actividades, jugamos a ser diseñadores de moda y acabamos (educadoras incluidas) disfrazados de cualquier forma.
¿Cuáles son para ti las actividades educativas más destacadas del Museo del Diseño? ¿Cuáles tienen más éxito y por qué?
Las actividades educativas y familiares pretenden hacer una introducción de diferentes procesos industriales o de diseño profesionales, de tal forma que, a través del juego, conozcan cómo se hacen las cosas que nos rodean.
En este sentido nos ha funcionado muy bien la actividad «Tierra líquida», donde aprendemos qué es la cerámica, uno de los materiales que el hombre ha utilizado desde tiempos antiguos. En lugar de manipularla en estado sólido, aprendemos a producir cerámica con moldes. ¡Los resultados son muy originales!
¿Cómo crees que se podría innovar o mejorar la visita al Museo del Diseño para hacerlo más atractivo a los alumnos y más estimulante desde el punto de vista educativo?
¡Nuestras actividades son de lo más divertidas ya por sí mismas! Pero sí es cierto que hay que intentar incluir las nuevas tecnologías en las actividades que tienen lugar en los museos, de una forma orgánica, como complemento a las actividades más tradicionales, sin tener miedo a perder la esencia.