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La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) vela por la salud de las personas residentes en Barcelona y visitantes. Entre muchos de sus servicios, lleva a cabo la vigilancia y control sanitario del suministro y de la calidad del agua distribuida a la ciudad con el fin de garantizar que está libre de cualquier contaminación que pueda ser perjudicial a la salud. Hablamos con Patricia González, técnica superior en salud pública al servicio de Calidad e Intervención Ambiental y Anna Gómez, cabeza del Departamento de Salud Ambiental.

• El agua del grifo de Barcelona, proviene principalmente del río Llobregat y pasa por la potabilizadora de Sant Joan Despí, donde se trata para ser apta para el consumo. ¿Pero para llegar hasta nuestros hogares, qué camino sigue y cómo se garantiza que esteagua llega en buenas condiciones para el consumo en el grifo de nuestra casa?

Cómo bien decís, en Barcelona ciudad el agua proviene principalmente del río Llobregat aunque también hay aportaciones del río Ter, de los pozos del río Besòs y del Llobregat, y de agua desalada del mar. Una vez se capta, se trata a las diferentes estaciones de potabilización de agua de consumo (ETAP) y se almacena en diferentes depósitos a partir de los cuales se distribuye por toda la ciudad.

El agua que se distribuye para el consumo tiene que cumplir una serie de requisitos marcados por la normativa para garantizar que se puede beber y que no es perjudicial a la salud. La entidad que la gestiona en la ciudad tiene que realizar controles en diferentes puntos de todo el recorrido que hace, desde el ETAP hasta la entrada de los edificios o bien las fuentes públicas.

Nosotros lo que hacemos es garantizar que todos los controles que existen al proceso se cumplen y que el agua que se distribuye tiene la calidad requerida. Hacemos inspecciones visuales de las diferentes infraestructuras relacionadas con su consumo, como el ETAP del Besòs y los diferentes depósitos; controlamos que la gestora haga los controles que tocan por normativa así como también verificamos que no se ha detectado ningún contaminante que pueda comprometer la calidad; y hacemos controles a la red de suministro y a los depósitos para vigilar su calidad.

• ¿La calidad del agua, cuando llega casa, se ve afectada por el tipo de edificio? Por ejemplo si es más viejo o más moderno.

Todo lo que hemos comentado antes es para garantizar que el agua que se suministra a la población está libre de contaminantes y se puede consumir. Sin embargo, cuando ésta entra en los edificios su calidad puede cambiar por el paso por las instalaciones interiores.

Eso es porque, por un lado, hay edificios que todavía tienen depósitos domiciliarios. Estos depósitos almacenan el agua para que pueda ser utilizada a posteriori. Si los depósitos domiciliarios no están en buenas condiciones de higiene y de mantenimiento pueden empeorar la calidad y hacer que ésta no sea buena para su consumo (ex. contaminaciones microbiológicas). Hace años, estos depósitos se utilizaban para garantizar que hubiera un suministro continuo en las casas, ya que antes, se producían cortes muy a menudo. Hoy en día, en la mayoría de los casos no son necesarios y es mejor prescindir para reducir riesgos sanitarios.

Por otro lado, el material de qué están hechas las cañerías comunitarias e interiores de los edificios así como el mantenimiento que tengan también pueden empeorar la calidad. Un claro ejemplo son las cañerías de plomo instaladas en los edificios construidos antes de 1980, momento en que se prohibió su uso. Si el edificio no ha sufrido ninguna reforma y encara las conserva puede ser que esté migrando plomo al agua y que pueda ser no apta por su consumo. Tal como ocurre con el plomo también puede pasar con las cañerías de hierro, por ejemplo. El plomo tiene claros efectos negativos sobre la salud, sobre todo para grupos vulnerables como los niños y las mujeres embarazadas.

Desde la Agencia ofrecemos un servicio gratuito con el fin de comprobar la calidad del agua en diferentes viviendas y edificios de la ciudad. Cualquier persona que resida en Barcelona nos lo puede pedir enviando el formulario que se encuentra a la nuestra página web.

• Actualmente, Barcelona se encuentra en fase de excepcionalidad por sequía y las fuentes superficiales como los ríos aportan menos agua. ¿Eso tiene alguna afectación en el trabajo que hacéis vosotros de vigilancia de la calidad del agua?

Efectivamente, la sequía está haciendo que los recursos hídricos como los ríos y los pozos tengan menos caudal. Eso puede afectar también a la calidad del agua que se capta para su potabilización, ya que puede contener una mayor concentración de contaminantes. También se activan fuentes alternativas del recurso hídrico (ex. pozos y aguas de mar). Por este motivo, las gestoras trabajan para garantizar que este hecho no afecte a la calidad de de este recurso suministrado mediante la optimización de los procesos de potabilización y los sistemas de control.