Los gastos de alquilar una vivienda

Cuando buscamos una vivienda de alquiler pensamos sobre todo en cuánto dinero deberemos pagar cada mes al propietario, pero el coste real de vivir de alquiler va más allá e incluye otros gastos que también hay que tener en cuenta. Cuando vives de alquiler, los principales gastos a considerar son:

  • El precio mensual del alquiler: Es el gasto más importante, y debería suponer un porcentaje de nuestros ingresos netos que no afecte excesivamente a nuestro presupuesto. Esto significa que nos debería permitir asumir su pago con cierta tranquilidad, aunque está claro que para muchas familias es difícil cumplir con este requisito (sobre todo en grandes ciudades con una alta demanda de alquiler como Barcelona). También debemos tener en cuenta que la mayoría de contratos de alquiler se revisan anualmente en base a la variación del IPC, y que con una inflación elevada como la actual los alquileres pueden ser revisados al alza de forma notable (aunque el gobierno del Estado ha limitado este incremento al 2% hasta el 30 de junio).
  • El gasto energético: Los suministros (luz, gas y agua) están de actualidad por el aumento del coste de la energía de los últimos meses. Estos gastos, que pueden ser elevados, están muy condicionados por las instalaciones que haya en el domicilio (calefacción, caldera, cocina, certificación energética) y también por los tipos de electrodomésticos (algunos consumen más que otros). Es muy recomendable tenerlo en cuenta antes de alquilar, y una vez hemos alquilado también lo es aprovechar los Puntos de Asesoramiento Energético del Ayuntamiento de Barcelona para ver “¿Cómo puedes reducir la factura de la luz?”.
  • Los gastos iniciales: Cambiar de casa no sale gratis. La mudanza, fianza y comisiones que cobran las agencias de alquiler o inmobiliarias, la compra inicial de mobiliario y electrodomésticos o la contratación de un seguro de hogar. Es importante hacer un presupuesto previo para que estos gastos no se disparen.
  • El coste de cambiar de barrio: Por último, cuando la mudanza implica también un cambio de barrio, es aconsejable estudiar cómo afectará a nuestros gastos de transporte (combustible, transporte público, aparcamiento), saber cuáles son los precios de los comercios de la zona, los precios de las escuelas (en caso de tener hijos/as), etcétera.
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