El euríbor es la referencia de la mayoría de hipotecas y ha cerrado en noviembre al 2,83%, la cifra más alta desde el año 2009. Hace sólo 12 meses, el euríbor era negativo y estaba alrededor del -0,5%!
Por una hipoteca variable de 180.000 euros a 25 años referenciada a Euríbor+1, esta subida implica pasar de pagar una cuota mensual de 639 euros a pagar 933 euros. Casi otros 300 euros.
Ante este incremento, el Gobierno del Estado ha establecido un paquete de medidas urgentes para los deudores hipotecarios en riesgo de vulnerabilidad y ha creado un Nuevo Código de Buenas Prácticas. El objetivo es aliviar la subida de los tipos de interés en préstamos hipotecarios sobre la vivienda habitual, recogido en el Real Decreto-ley 19/2022, de 22 de noviembre y la Resolución de 23 de noviembre de 2022.
Las medidas se pueden resumir de la siguiente forma:
Para las familias con rentas de hasta 25.200 euros (tres veces el IPREM):
- Si la nueva cuota supone un 50% o más de los ingresos familiares:
- Podrán reestructurar el préstamo hipotecario con menor tipo de interés durante cinco años (euríbor-0,10).
- Habrá carencia de capital durante estos cinco años (sólo pagarán intereses).
- Si la nueva cuota no supera el 50% de los ingresos familiares:
- Podrán solicitar una carencia de capital durante 2 años.
- Podrán aumentar el plazo de amortización hasta 7 años.
- El tipo de interés durante ese plazo deberá ser inferior al del contrato hipotecario.
Para las familias con rentas de hasta 29.400 euros (tres veces y medio el IPREM)
- Será necesario que la nueva cuota suponga más del 30% de los ingresos y haya aumentado un 20% o más. Si cumplen este requisito:
- Podrán congelar la cuota y aumentar el plazo de amortización hasta 7 años.
Por último, cualquier familia con hipoteca, aunque no cumpla los criterios anteriores, podrá realizar amortizaciones anticipadas o cambiar a tipo fijo, sin comisiones.
Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que cualquier carencia de capital y/o alargamiento del plazo de la hipoteca, significa un encarecimiento de la misma puesto que al final, pagamos más intereses. Por tanto, es recomendable sólo acogerse a estas reestructuraciones si no se puede afrontar la subida de la cuota.
También hay que recordar que ante cualquier posible dificultad de pago de un crédito, se debe ir a hablar con la entidad para buscar una solución lo antes posible.
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