La capacidad de ahorrar surge cuando mantenemos los gastos por debajo de nuestros ingresos, no sólo ocasionalmente sino de manera sostenida en el tiempo.
Esto no siempre es fácil de conseguir. En primer lugar, porque cuando disponemos de recursos económicos limitados apenas podemos llegar a fin de mes. En segundo lugar, porque disponer de unos ingresos elevados tampoco es una garantía de ahorro. Las personas tenemos tendencia a igualar nuestros gastos al nivel de nuestros ingresos.
Una de las grandes dificultades de ahorrar es que en muchos casos vemos el ahorro como aquello que nos ha sobrado a final de mes. Es decir, como lo que no hemos gastado.
Una fórmula eficaz para conseguir ahorrar es hacer un cambio de orden: El ahorro tiene que dejar de ser lo que no gastamos, y se tiene que convertir en la primera cosa que hacemos cada mes.
Y, ¿cómo podemos conseguir ahorrar cada mes? Tenemos que fijar una cantidad realista y apartarla cada mes. Una buena manera de hacerlo es haciendo una transferencia a otra cuenta bancaria dedicada sólo al ahorro.
¿Cuál tiene que ser el importe ahorrado cada mes? Hay recomendaciones de ahorro del 10% o 20% de los ingresos, pero estos porcentajes en muchos casos no son posibles. Tenemos que ahorrar importes que nuestra economía se pueda permitir, aunque nos puedan parecer pequeños. Lo realmente importante es crear el hábito de ahorrar.
¿Cuáles son las ventajas del ahorro?
- Afrontar gastos imprevistos y caídas de ingresos.
- Prevenir el sobreendeudamiento.
- Disponer de más recursos en el futuro, invertir, cumplir objetivos que sin ahorrar no serían posibles.
Para más información, consulta el Módulo 4 “Establece objetivos de ahorro” del Curso de Educación Económica del EdEc.