El rol de la Educadora Orientadora es un proyecto innovador de nuestra escuela, que tiene como objetivo final contribuir en el desarrollo integral de las personas que conviven en nuestra comunidad educativa, mediante un acompañamiento psicopedagógico, próximo y de calidad, por parte de una educadora, con el fin de favorecer la apertura de los agentes implicados y poder conseguir unas relaciones óptimas entre familias, niños y profesionales de la escuela. El papel de esta orientadora no es solo clave, sino que acontece como un factor de integración muy importante, desde el punto de vista educativo, pero también en el ámbito social puesto que ejerce las funciones de diagnosticar, prevenir e intervenir. En este espacio de acompañamiento, con el apoyo de la educadora orientadora, se permite mejorar:
- el desarrollo de los niños/as, que se encuentran en un momento evolutivo y madurativo muy importante.
- el bienestar de las familias, que por situaciones complejas de la vida pueden sufrir angustias, carencia de recursos, inseguridades, etc.
- las habilidades parentales.
- el acompañamiento de las maestras hacia los niños/as.
“De la familia, hoy la sociedad espera mucho. Pero el desarrollo infantil no depende exclusivamente de las características de la estructura familiar, sino que aspectos como por ejemplo la calidad de las relaciones interpersonales dentro de la familia, el clima que se crea o el apoyo social con que cuentan, son factores básicos para el desarrollo de los niños/as.” (Aparicio D., 2017. Nuevas estructuras familiares y la necesidad de tener espacios para compartir. Revista In-fàn-cia).
