La acogida: los primeros días en la escuela

 
La entrada a “l’escola bressol” es para muchos ninos y niñas la primera experiencia fuera del ámbito familiar, es decir, es la primera vez que el niño entra en contacto con un entorno diferente del habitual, en el que se encontrará con otros niños, adultos, espacios, materiales y situaciones que no siempre les son familiares. Separarse de alguien a quien se ama no es fácil, sobre todo cuando aún no existe la suficiente capacidad cognitiva para comprender cuánto tiempo durará la separación, y sobre todo porque en estas edades, los niños necesitan poder vivir con seguridad, de la dependencia y del vínculo afectivo con sus familias. La separación del niño de su adulto de referencia puede provocarle angustia, inquietudes, miedo...por eso desde la escuela pensamos que es importantísimo tener empatía, respeto, confianza y dar tiempo para que este proceso sea lo menos complejo posible.
 
En La Llar pensamos cuidadosamente como actuar, como dirigirnos a los niños, como hablarles y como acercarnos a  en sus primeros días, para poder acogerlos bien.  Creemos firmemente que cuando te aproximas desde la calma, el respeto y el amor y entendiendo que es una situación inusual y compleja y que necesitan tiempo y que se les debe ayudar a sacar todo lo que sienten y que viven, observamos que poco a poco también son ellos y sus familias quienes nos acogen y quien nos abren el corazón y nos permiten formar parte de su día a día. Es una relación mutua donde divergen un sinfín de emociones que finalmente acaban siendo compartidas y expresadas y nos ayudan a todos a aceptar y comprender este proceso, sin juicios de valores. Lo que prevalece es llegar al final, a acogernos mutuamente para sentirnos escuchados, queridos y aceptados
 
Para nosotros es también muy importante desde la acogida que los padres y las madres puedan encontrar apoyo y las explicaciones que necesitan tanto sobre este periodo como sobre su hijo/a
 
El sentimiento que más puede dejarse entrever durante los primeros días en La Llar, quizás es el de inquietud ante el cambio. Este sentimiento no se puede evitar, es un indicativo de salud mental y afectiva. Por otra parte, es muy sano que el niño llore, porque es capaz de manifestar lo que siente. Uno de los puntos claves de esta adaptación radica en la posibilidad por parte del niño de encontrarse bien, de sentirse querido, sentirse miembro de un grupo como un individuo único y respetado. Es muy importante comprenderlo y trabajarlo con mucho respeto ayudando al pequeño/a a anticiparse a las situaciones verbalizando o poniendo palabras a sus sentimientos y / o dejando que los exprese.
 
La acogida en la escuela es un periodo muy importante en que el niño crea vínculos afectivos con las educadoras y con otras iguales. Como se viven los primeros días incide en los sentimientos que la escuela despierta al niño más adelante; es por ello que procuramos que sea un proceso tranquilo y gradual.
 
 

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