Desde los primeros meses de vida de las criaturas, los libros nos permiten a los adultos establecer una relación muy especial con ellas. Mirar y leer libros conjuntamente es una manera excepcional de divertirnos, aprender y enseñar. Nuestra actitud es fundamental para que aprendan a disfrutar de los libros. El valor que nosotros demos al libro es el que les transmitiremos.
En la escuela acompañamos y disfrutamos juntos de los ratos con libros con los niños y niñas, desde los primeros meses de vida. Tenemos muchos momentos de libros; los utilizamos para calmar, para aprender, para hacer cohesión de grupo, para potenciar el lenguaje y la comunicación, para reforzar sentimientos y necesidades y, simplemente, por placer.
El Acompañamiento Lector forma parte importante de nuestro Proyecto Educativo de Centro, el cual compartimos con las familias, en el que potenciamos el gusto por la lectura.
Durante el primer y el segundo trimestre del curso ponemos al alcance de las niñas y niños los Libros de Imágenes, confeccionados por las educadoras. Se trata de libros en los que no hay narración, solo un nombre o un verbo que denomina el elemento destacado o define la acción. La criatura reconoce objetos (piezas de vestir, alimentos, etc.), situaciones familiares o acciones cercanas (miembros de la familia, la visita al médico, situaciones en la escuela, entre otros), elementos afectivos (juguetes, animales, chupete, etc.). Esta tipología de libro nos sirve para ampliar vocabulario y campos semánticos, pues se muestran imágenes de una realidad que la criatura identifica con su vida cotidiana, con las que está vinculado emocionalmente. La familia puede ir incorporando imágenes, con la colaboración de su hijo o hija, para continuar llenando el libro.
Poco a poco, en el tercer trimestre, comenzamos a añadir al Rincón de Cuentos otros libros con pequeñas narraciones adecuadas a la edad.
