Este proceso en la escuela representa un esfuerzo emocional para todos: criaturas, familias y educadoras, pero el que lo vive intensamente es el niño. Las educadoras velamos para favorecer una buena relación afectiva entre niño y adulto y con el resto de compañeros, ofreciéndole un proceso estable y gradual, facilitando así que cada día se sienta más seguro en la escuela. No se trata de poner una fecha límite porque que cada niño o niña vive el proceso de una manera diferenciada. Y tampoco podemos saber cómo reaccionarán en las diferentes etapas del proceso, así que el adulto tenemos que observar cada paso desde la comprensión.
Es importante que la familia y la escuela mantengamos una comunicación diaria para poder valorar su proceso. Este es más o menos largo dependiendo de cada niño o niña, de la confianza que va manifestando. También es importante tener presente que hay que dejar el tiempo necesario sin forzar vínculos para que los niños puedan crear confianza, con el espacio, educadoras y compañeros.
Para muchos de vosotros dejar los niños es una necesita, así que recomendamos para facilitar el periodo de adaptación tener presente:
• La confianza en la escuela y las educadoras ayudará a todas las partes a vivir el proceso de manera más efectiva. Los niños se sienten seguros a través de sus adultos de referencia y según nuestra confianza los ayudaremos a sentirse más seguros.
• Conectar familia - escuela a través de los recursos que tenemos disponibles. Llamadas, objetos, y no negar el dolor, hay que dejarlos que exterioricen la tristeza, enfado, etc .. y dar tiempo. En vez de utilizar el "no llores", "no estés triste" ... podemos utilizar frases como: "No te gusta que me vaya", "estás triste porque te dejo en la escuela y me voy "," quieres que me quedas aquí contigo más tiempo "," no quieres quedarte aquí ", ... cuando los niños se sienten comprendidos se sienten mejor.
• Acompañar y descubrir con ellos qué y quién está en el aula. Dedica un tiempo conjuntamente qué pueden hacer y cómo lo pueden hacer. Hacer acuerdos sobre qué estarán haciendo en su ausencia y tampoco alargar los momentos de separación porque pueden ser más dolorosos.
• Despedirse siempre para que el niño o la niña pueda saber cuando se va su familia y realizar un reencuentro efectiva, aunque a veces puede parecer forzado porque no muestren interés siempre les ayudará a entender el papel de la escuela.
• La comunicación en esta etapa es fundamental para crear acuerdos conjuntos familia-escuela para facilitar el proceso individual de cada niño o niña. Le animamos a compartir sentimientos relacionado con ese momento tan duro para todas las partes. E intentar vivir todas las etapas del proceso. Como familia también hay que adaptarse a muchos cambios y crear nuevos vínculos con adultos y esto requiere tiempo.
Desde Xarlot os deseamos que sea un proceso de construcción conjunta que nos enseñe a todos y todas!